Abarth 595 Competizione 1.4 16v T-JET 160 CV (2012-2015)

2009
Gasolina
FWD
Manual 5v
Abarth 500 - Vista 1
Abarth 500 - Vista 2
Abarth 500 - Vista 3
Abarth 500 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Abarth 500

Potencia

160CV

Par

230Nm

Consumo

6.5l/100

Emisiones

155g/km

0-100 km/h

7.4s

Vel. Máx.

210km/h

Peso

1110kg

Precio

24,650

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

4 / 3 puertas

Maletero

185 L

Depósito

35 L

Potencia

118 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima160 CV / 118 kW
Par máximo230 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito35 L
Maletero185 L

Análisis detallado del Abarth 595 Competizione 1.4 16v T-JET 160 CV (2012-2015)

Descripción general

El Abarth 595 Competizione no es simplemente un coche, es una declaración de intenciones encapsulada en una carrocería diminuta. Heredero del espíritu de Carlo Abarth, este pequeño escorpión toma la base del icónico Fiat 500 y la transforma en una máquina de pura adrenalina. Con 160 caballos de potencia extraídos de su motor 1.4 T-JET, este vehículo promete y entrega una experiencia de conducción que desafía su tamaño, convirtiéndose en un auténtico deportivo de bolsillo.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del 595 Competizione es despertar los sentidos de una forma brutal. El rugido del escape al arrancar es una promesa de lo que está por venir. Cada aceleración te pega al asiento mientras el silbido del turbo inunda el habitáculo. Su chasis rígido y su corta distancia entre ejes lo convierten en un kart para la calle; la dirección es increíblemente directa y comunicativa, permitiéndote sentir cada imperfección del asfalto. No es un coche para viajar cómodo, es un coche para sentir la conducción en su estado más puro y visceral, una experiencia adictiva que te saca una sonrisa en cada curva.

Diseño y estética

Visualmente, el Abarth 595 Competizione es una obra de arte que fusiona la simpatía del diseño retro del 500 con una agresividad descarada. Los paragolpes ensanchados, las llantas de 17 pulgadas que apenas caben en los pasos de rueda y el prominente alerón trasero gritan 'rendimiento'. Los logotipos del escorpión, repartidos por toda la carrocería, te recuerdan constantemente que no estás ante un utilitario cualquiera. Por dentro, los asientos deportivos Sabelt (opcionales en algunas versiones) y el volante de base plana te sumergen en una atmósfera de competición, creando un espacio que es tan emocionante de ver como de sentir.

Tecnología y características

La tecnología en este Abarth está enfocada casi exclusivamente en mejorar el rendimiento dinámico. El sistema TTC (Torque Transfer Control) actúa como un diferencial autoblocante electrónico, mejorando drásticamente la tracción a la salida de las curvas lentas y permitiéndote acelerar antes. El botón 'Sport' transforma el carácter del coche, agudizando la respuesta del acelerador, aumentando la presión del turbo y endureciendo la asistencia de la dirección. Los frenos, a menudo sobredimensionados para su peso, garantizan una capacidad de detención formidable. Aquí, la tecnología no busca entretener, busca hacerte ir más rápido.

Competencia

En su época, el Abarth 595 Competizione se enfrentó a una dura competencia en el segmento de los pequeños deportivos. Rivales como el MINI Cooper S ofrecían una sensación más premium y refinada, mientras que el Ford Fiesta ST destacaba por un chasis excepcionalmente equilibrado. El Renault Clio R.S. también era un contendiente formidable con su pedigrí deportivo. Sin embargo, el Abarth siempre jugó en su propia liga gracias a su carácter italiano único, su sonido inconfundible y un tamaño ultra compacto que lo hacía imbatible en el entorno más revirado.

Conclusión

El Abarth 595 Competizione es una compra puramente emocional. Es un coche irracional, poco práctico, ruidoso y con una suspensión firme que puede llegar a ser incómoda. Y son precisamente esos 'defectos' los que lo convierten en una joya para los amantes de la conducción. Es un antídoto contra el aburrimiento automovilístico moderno, una máquina que te involucra y te exige. Conducirlo es una celebración, un pequeño y rabioso escorpión que te inyecta una dosis de felicidad y adrenalina cada vez que te pones a sus mandos.