Alfa Romeo 156 Sportwagon 2.5 V6 Q-System · 190 CV (2000)

2000
Gasolina
FWD
Automático 4v
Alfa Romeo 156 - Vista 1
Alfa Romeo 156 - Vista 2
Alfa Romeo 156 - Vista 3
Alfa Romeo 156 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Alfa Romeo 156

Potencia

190CV

Par

222Nm

Consumo

12l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

8.5s

Vel. Máx.

227km/h

Peso

1400kg

Precio

33,987

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 4v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

360 L

Depósito

63 L

Potencia

140 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima190 CV / 140 kW
Par máximo222 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 4v

Capacidades

Depósito63 L
Maletero360 L

Análisis detallado del Alfa Romeo 156 Sportwagon 2.5 V6 Q-System · 190 CV (2000)

Descripción general

El Alfa Romeo 156 Sportwagon 2.5 V6 Q-System es la encarnación del 'Cuore Sportivo' en un formato familiar. Lanzado en el año 2000, este coche no era simplemente un medio de transporte, sino una declaración de principios. Combinaba la versatilidad de una carrocería familiar con el alma y el rugido de un V6 italiano, ofreciendo una experiencia que trascendía lo cotidiano y apelaba directamente al corazón del conductor.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante es un ritual que despierta los sentidos. El protagonista es el legendario motor V6 'Busso' de 2.5 litros y 190 caballos. Su sonido no es ruido, es música; una melodía metálica que sube de vueltas con una alegría adictiva hasta las 6200 rpm. Acelerar de 0 a 100 km/h en 8.5 segundos se siente visceral, empujado por un motor lleno de carácter. El chasis, con su sofisticada suspensión delantera, transmite una conexión pura con el asfalto, permitiendo enlazar curvas con una agilidad y confianza que enamoran. La caja Q-System, aunque automática de 4 marchas, ofrece un modo secuencial en H que añade una capa de implicación, haciendo de cada viaje una pequeña aventura.

Diseño y estética

Obra maestra de Walter de Silva, el 156 Sportwagon es considerado uno de los familiares más bellos jamás creados. Su diseño es pura emoción italiana, una escultura en movimiento. Las manillas de las puertas traseras ocultas le otorgan un perfil de coupé, mientras que el icónico 'scudetto' se integra con una elegancia soberbia en el frontal. La zaga no es un añadido práctico, sino la culminación perfecta de unas líneas fluidas y sensuales. Es un diseño atemporal que sigue girando cabezas y despertando suspiros, un coche que se admira incluso cuando está parado.

Tecnología y características

Más allá de la electrónica, la verdadera tecnología de este Alfa Romeo reside en su ingeniería mecánica. El corazón es su motor V6, una joya construida en aluminio. La suspensión delantera de paralelogramo deformable era una solución avanzada para su época, responsable directa de su excepcional comportamiento dinámico. El cambio Q-System representaba un ingenioso intento de fusionar la comodidad de un automático con la sensación de un cambio manual. Aunque su consumo de 12 l/100km refleja su edad y su enfoque pasional, la tecnología de este coche estaba al servicio de una única cosa: el placer de conducir.

Competencia

En el año 2000, sus rivales directos eran los pragmáticos familiares alemanes como el BMW Serie 3 Touring, el Audi A4 Avant y el Mercedes-Benz Clase C Estate. Estos competidores ofrecían, quizás, una mayor calidad percibida y una eficiencia superior. Sin embargo, ninguno podía competir con el alma y el carisma del 156. El Alfa era la elección del corazón, una alternativa pasional para quien buscaba estilo y emoción por encima de la fría lógica germana. Era el coche que no solo te llevaba a tu destino, sino que hacía que disfrutaras intensamente de cada kilómetro del camino.

Conclusión

El Alfa Romeo 156 Sportwagon 2.5 V6 es mucho más que un coche familiar; es una pieza de historia automotriz, un clásico moderno que celebra la conducción en su forma más pura. Representa un equilibrio casi perfecto entre belleza, practicidad y rendimiento emocional. A pesar de su sed de gasolina y la necesidad de un mantenimiento atento, las recompensas son inmensas. Es un vehículo para entusiastas, para aquellos que entienden que un coche puede y debe generar emociones, un recordatorio de una época en la que la pasión era el ingrediente principal.