Alfa Romeo 156 Sportwagon 2.0 JTS Distinctive · 165 CV (2002-2003)

2002
Gasolina
FWD
Manual 5v
Alfa Romeo 156 - Vista 1
Alfa Romeo 156 - Vista 2
Alfa Romeo 156 - Vista 3
Alfa Romeo 156 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Alfa Romeo 156

Potencia

165CV

Par

206Nm

Consumo

8.9l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

8.2s

Vel. Máx.

220km/h

Peso

1410kg

Precio

27,050

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

360 L

Depósito

63 L

Potencia

121 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima165 CV / 121 kW
Par máximo206 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito63 L
Maletero360 L

Análisis detallado del Alfa Romeo 156 Sportwagon 2.0 JTS Distinctive · 165 CV (2002-2003)

Descripción general

El Alfa Romeo 156 Sportwagon no es simplemente un coche familiar; es una declaración de intenciones. Lanzado en 2002, este modelo encapsula la pasión italiana por la conducción y el diseño, ofreciendo la versatilidad de una carrocería familiar sin renunciar al alma deportiva, el famoso 'cuore sportivo' que define a la marca. Es un vehículo que apela directamente al corazón, a aquellos que ven en el automóvil algo más que un simple medio de transporte.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del 156 Sportwagon con el motor 2.0 JTS es una experiencia inolvidable. Sus 165 caballos empujan con una energía contagiosa, especialmente cuando la aguja del cuentarrevoluciones supera las 3000 rpm, liberando un sonido embriagador y característico. La caja de cambios manual de cinco velocidades es precisa y te invita a jugar con ella, mientras que el chasis, con su elaborada suspensión delantera, ofrece una agilidad y una conexión con la carretera que pocos familiares de su época podían igualar. Cada curva se convierte en una oportunidad para sentir el coche y disfrutar de una conducción pura.

Diseño y estética

El diseño del Alfa Romeo 156, obra maestra de Walter de'Silva, es atemporal y seductor. En su versión Sportwagon, la elegancia no hace más que acentuarse. Las líneas fluidas recorren la carrocería, culminando en una zaga musculosa y perfectamente integrada. El truco de las manetas de las puertas traseras ocultas en el pilar C le confiere un aspecto de coupé, un detalle genial que engaña a la vista y realza su deportividad. El frontal, con el icónico 'scudetto', le otorga una mirada agresiva y llena de carácter. Es una escultura rodante que sigue girando cabezas más de dos décadas después.

Tecnología y características

Aunque hoy pueda parecer modesto, en 2002 el 156 2.0 JTS representaba un avance significativo para Alfa Romeo. Su motor, con tecnología de inyección directa de gasolina (JTS), buscaba un equilibrio entre prestaciones y eficiencia, una primicia para la marca. El chasis era otro de sus puntos fuertes, con un esquema de suspensión delantera de paralelogramo deformable más propio de coches de competición. En el interior, el puesto de conducción te envuelve, con los relojes orientados hacia el piloto, evocando la rica herencia deportiva de Alfa. No encontrarás pantallas táctiles, pero sí la tecnología esencial para una conducción pura.

Competencia

En su momento, el 156 Sportwagon se enfrentó a rivales de gran calibre, principalmente los alemanes como el BMW Serie 3 Touring, el Audi A4 Avant y el Mercedes-Benz Clase C Estate. Mientras que sus competidores germanos destacaban por su calidad de construcción o su espacio, el Alfa Romeo jugaba en una liga diferente: la de la emoción. Ofrecía un diseño que ninguno podía igualar y unas sensaciones de conducción más pasionales y directas. Era la elección del corazón frente a la razón, para quien valoraba el estilo y el placer al volante por encima de todo.

Conclusión

El Alfa Romeo 156 Sportwagon 2.0 JTS es mucho más que un coche; es una experiencia, un pedazo de la historia del automovilismo italiano. No es el familiar más espacioso ni el más práctico, y su fiabilidad ha sido objeto de debate. Sin embargo, lo que ofrece a cambio es incalculable: un diseño que enamora, un motor con alma y un chasis que te conecta con el asfalto. Es un coche para puristas, para aquellos que entienden que la perfección a veces es aburrida y que las verdaderas joyas tienen carácter. Un futuro clásico que representa una época en la que los coches todavía se diseñaban para emocionar.