Alfa Romeo Brera 2.0 JTDm 170 CV (2010-2011)

2006
Gasóleo
FWD
Manual 6v
Alfa Romeo Brera - Vista 1
Alfa Romeo Brera - Vista 2
Alfa Romeo Brera - Vista 3
Alfa Romeo Brera - Vista 4

Especificaciones y análisis del Alfa Romeo Brera

Potencia

170CV

Par

360Nm

Consumo

5.4l/100

Emisiones

142g/km

0-100 km/h

8.8s

Vel. Máx.

218km/h

Peso

1555kg

Precio

36,047

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 6v

Tracción

FWD

Plazas

4 / 3 puertas

Maletero

300 L

Depósito

70 L

Potencia

125 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima170 CV / 125 kW
Par máximo360 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito70 L
Maletero300 L

Análisis detallado del Alfa Romeo Brera 2.0 JTDm 170 CV (2010-2011)

Descripción general

El Alfa Romeo Brera es más que un coche; es una declaración de intenciones, una escultura rodante que desafía la lógica del mercado. En su versión 2.0 JTDm de 170 CV, este coupé italiano fusiona la pasión de su linaje con la racionalidad de un motor diésel, creando una propuesta tan atractiva como inesperada. Es la encarnación del 'Cuore Sportivo' adaptado a una era que empezaba a valorar la eficiencia sin querer renunciar a la belleza.

Experiencia de conducción

Al volante, el Brera 2.0 JTDm te envuelve en una experiencia dual. El empuje del motor diésel, con sus 360 Nm disponibles desde muy bajas vueltas, te regala una aceleración contundente y elástica, ideal para carreteras sinuosas y adelantamientos fulgurantes. No es la explosividad de un V6, pero sí una fuerza constante que te pega al asiento. El chasis, con su sofisticada suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes, transmite una confianza absoluta. Se siente ágil, preciso y pegado al asfalto, comunicando cada matiz de la carretera a través de una dirección directa. Es un coche que te invita a conducir, a sentir cada curva como si fuera la primera.

Diseño y estética

Hablar del Brera es hablar de arte. Su diseño, obra maestra de Giugiaro, es atemporal y magnético. El frontal, con su 'Trilobo' y los seis faros individuales, es una mirada agresiva y elegante que intimida. La línea lateral es pura tensión muscular, con una cintura alta y una zaga corta y poderosa que culmina en una luneta trasera única. Es un coche que roba miradas y suspiros por donde pasa. Por dentro, la cabina te abraza, con una consola orientada al conductor y relojes hundidos que destilan un inconfundible carácter deportivo italiano.

Tecnología y características

La tecnología del Brera se concentra en su mecánica y su chasis, más que en el entretenimiento o las asistencias. El motor 2.0 JTDm es un ejemplo de la ingeniería diésel de su época, con inyección por conducto común y turbo de geometría variable para optimizar la respuesta. Sin embargo, su mayor proeza tecnológica reside en el chasis, con un esquema de suspensiones digno de un deportivo de categoría superior. En el habitáculo, la dotación es correcta para su tiempo, pero no esperes pantallas táctiles ni conectividad avanzada. El Brera te conecta con la carretera, no con tu smartphone, y esa es precisamente parte de su encanto analógico.

Competencia

En su momento, el Brera se enfrentó a rivales de gran calibre. El Audi TT era su némesis alemana, un coche impecablemente construido y eficaz, pero con un alma más fría y predecible. El Peugeot RCZ jugaba en una liga similar de diseño atrevido, ofreciendo una alternativa con un toque francés distintivo. Por su parte, el Volkswagen Scirocco representaba la opción más práctica y racional dentro del segmento. Sin embargo, ninguno de ellos podía replicar la combinación de drama estético, herencia histórica y carácter 'alfista' que solo el Brera era capaz de ofrecer.

Conclusión

El Alfa Romeo Brera 2.0 JTDm no es una compra racional, es una decisión puramente emocional. Es un coche para quien valora la belleza por encima de la practicidad, las sensaciones por encima de las especificaciones y el carácter por encima de la perfección. A pesar de sus compromisos en espacio y su tecnología de otra era, ofrece una experiencia de conducción gratificante y un diseño que seguirá girando cabezas durante décadas. Es una pieza de historia del automovilismo italiano, un capricho maravilloso que te recompensa cada vez que lo miras y, sobre todo, cada vez que lo conduces.