Alfa Romeo GTV 2.0 Medio · 155 CV (1998-2001)

1998
Gasolina
FWD
Manual 5v
Alfa Romeo GTV - Vista 1
Alfa Romeo GTV - Vista 2
Alfa Romeo GTV - Vista 3
Alfa Romeo GTV - Vista 4

Especificaciones y análisis del Alfa Romeo GTV

Potencia

155CV

Par

187Nm

Consumo

9.2l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

8.4s

Vel. Máx.

221km/h

Peso

1520kg

Precio

25,483

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

4 / 2 puertas

Maletero

110 L

Depósito

70 L

Potencia

114 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima155 CV / 114 kW
Par máximo187 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito70 L
Maletero110 L

Análisis detallado del Alfa Romeo GTV 2.0 Medio · 155 CV (1998-2001)

Descripción general

El Alfa Romeo GTV de 1998 no es solo un coche, es una declaración de principios. Nacido en una era de audacia estilística, este coupé italiano encarna la pasión y el 'cuore sportivo' que definen a la marca. Representa la culminación de un linaje de deportivos que priorizan la emoción y el placer de conducir por encima de todo, ofreciendo una experiencia única que se siente desde el primer instante.

Experiencia de conducción

Conducir el GTV es una sinfonía de sensaciones. El motor 2.0 Twin Spark de 155 caballos canta con una melodía metálica y adictiva a medida que sube de vueltas, pidiendo ser exprimido hasta el límite. Su chasis, ágil y comunicativo gracias a una sofisticada suspensión trasera de paralelogramo deformable, se inscribe en las curvas con una precisión que enamora. La tracción delantera, lejos de ser un impedimento, ofrece una nobleza y una seguridad que invitan a explorar sus límites, mientras el cambio manual de cinco velocidades se convierte en una extensión de tu voluntad. Es una máquina que te hace sentir vivo, un diálogo constante entre el asfalto y el conductor.

Diseño y estética

El diseño del GTV, obra del maestro Enrico Fumia para Pininfarina, es una escultura en movimiento. Su afilada silueta en forma de cuña, cortada abruptamente en una zaga tipo 'coda tronca', es pura audacia y aerodinámica. Los dobles faros redondos bajo una cubierta de policarbonato y la línea de cintura ascendente le confieren una personalidad inconfundible y agresiva. Dentro, el habitáculo te abraza con una instrumentación orientada al piloto, encapsulada en profundos relojes circulares que evocan la rica herencia de competición de Alfa Romeo. Cada detalle, desde el volante hasta la posición de conducción, está pensado para el puro disfrute.

Tecnología y características

Bajo su piel de diseño, el GTV escondía tecnología avanzada para su época. El corazón de este modelo es el motor 2.0 Twin Spark con doble bujía por cilindro y admisión variable, una solución que optimizaba la combustión para ofrecer una respuesta enérgica y un sonido embriagador. Sin embargo, la verdadera joya de la ingeniería era su eje trasero multibrazo, un esquema complejo y costoso para un tracción delantera, que garantizaba una estabilidad y un comportamiento dinámico excepcionales, minimizando el subviraje y permitiendo un paso por curva rápido y seguro. Era la prueba de que Alfa Romeo no escatimaba en soluciones para lograr la excelencia en la conducción.

Competencia

En el competitivo mercado de los coupés de finales de los 90, el Alfa GTV se enfrentó a rivales de gran calibre. Su principal competidor era el BMW Serie 3 Coupé (E36), que ofrecía una dinámica de propulsión trasera y una calidad de construcción germana. Otro contendiente directo, y compatriota, fue el Fiat Coupé, con su diseño igualmente atrevido y potentes motores turbo. Más tarde llegaría el Audi TT, que revolucionó el segmento con su estética Bauhaus y la opción de tracción total quattro. Frente a ellos, el GTV defendía su posición con un carácter inigualable, un diseño puramente italiano y una conexión hombre-máquina que pocos podían replicar.

Conclusión

El Alfa Romeo GTV 2.0 es mucho más que la suma de sus partes. Es un coche imperfecto y pasional, una experiencia que apela directamente al corazón antes que a la razón. No es el más práctico ni el más eficiente, pero cada kilómetro a su volante es una recompensa, un recordatorio de por qué amamos conducir. Hoy, se erige como un clásico moderno, un testimonio de una época en la que el diseño y la emoción eran los pilares fundamentales de un verdadero deportivo italiano. Poseer uno es custodiar un pedazo del alma de Alfa Romeo.