Especificaciones y análisis del Aston Martin DBS
Potencia
517CV
Par
570Nm
Consumo
16.4l/100
Emisiones
388g/km
0-100 km/h
4.3s
Vel. Máx.
307km/h
Peso
1770kg
Precio
276,237€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
RWD
2 / 2 puertas
- L
78 L
380 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Aston Martin DBS · 517 CV (2008-2010)
Descripción general
El Aston Martin DBS de 2008 no es solo un coche, es una leyenda forjada en la gran pantalla y en el asfalto. Nacido como el pináculo de la gama Aston Martin, este gran turismo con alma de superdeportivo tomó el relevo del Vanquish S, ofreciendo una interpretación más agresiva y potente del ya sublime DB9. Es la encarnación del poder, la belleza y el alma británica, un coche que te elige tanto como tú lo eliges a él.
Experiencia de conducción
Poner en marcha su V12 de 5.9 litros es despertar a una bestia. El rugido inicial se asienta en un ronroneo profundo que promete emociones puras. Cada cambio de su caja manual de seis velocidades es un acto mecánico y visceral, una conexión directa con los 517 caballos que galopan hacia el eje trasero. La aceleración te aplasta contra el asiento, el sonido inunda la cabina y el mundo exterior se convierte en una estela borrosa. No es un coche para conducir, es un coche para sentir, una sinfonía de potencia y control que eriza la piel y acelera el pulso hasta límites insospechados.
Diseño y estética
Su silueta es una obra de arte, una evolución musculosa y perfectamente proporcionada del DB9. Cada línea, cada curva, respira propósito y elegancia. Los elementos de fibra de carbono, como el difusor trasero y el splitter delantero, no son meros adornos, sino una declaración de intenciones. Las aletas ensanchadas albergan unas imponentes ruedas de 20 pulgadas, dotándolo de una presencia imponente. Es la perfecta dualidad entre la brutalidad de un atleta y la elegancia de un traje a medida, un diseño atemporal que sigue girando cabezas y robando suspiros.
Tecnología y características
Bajo su piel de aluminio y carbono, el DBS escondía tecnología punta para su época. El corazón era su majestuoso motor V12 atmosférico, una joya de la ingeniería. Pero la magia residía en su chasis de aluminio, la suspensión adaptativa (ADS) que permitía transformar su carácter de un confortable GT a una bestia de circuito con solo pulsar un botón, y los potentísimos frenos carbocerámicos, esenciales para domar su ímpetu. Aunque su sistema de infoentretenimiento hoy nos parezca arcaico, su tecnología se centraba en lo verdaderamente importante: la dinámica de conducción.
Competencia
En el olimpo de los superdeportivos de 2008, el DBS se enfrentó a titanes. Su rival más directo fue el Ferrari 599 GTB Fiorano, otro V12 de motor delantero que representaba la pasión italiana. También se midió con la excentricidad y la fuerza bruta del Lamborghini Murciélago LP 640 y el poderío tecnológico del Mercedes-Benz SLR McLaren. Frente a ellos, el Aston Martin DBS ofrecía un equilibrio único, una mezcla de elegancia británica, confort de gran turismo y una ferocidad que sorprendía a propios y extraños.
Conclusión
El Aston Martin DBS es mucho más que la suma de sus partes. Es uno de los últimos grandes GT con motor V12 atmosférico y cambio manual, una especie en extinción que representa el cénit de una era. Es un coche con un alma inmensa, capaz de cruzar continentes con un confort soberbio y de atacar un puerto de montaña con la furia de un superdeportivo. Poseerlo no es tener un coche, es custodiar un pedazo de historia del automóvil, una experiencia emocional que se graba a fuego en la memoria.




