Especificaciones y análisis del Aston Martin Vantage
Potencia
426CV
Par
470Nm
Consumo
13.9l/100
Emisiones
328g/km
0-100 km/h
4.9s
Vel. Máx.
288km/h
Peso
1785kg
Precio
149,068€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
RWD
2 / 2 puertas
144 L
80 L
313 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Aston Martin Vantage Roadster · 426 CV (2010-2012)
Descripción general
El Aston Martin Vantage Roadster de 2010 es la encarnación del gran turismo británico en su forma más pura y visceral. No es solo un coche, es una declaración de intenciones, una máquina que combina una belleza atemporal con la fuerza bruta de un motor V8 atmosférico. Concebido para sentir el viento y el rugido del motor, cada viaje se convierte en una experiencia inolvidable, un romance con la carretera.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante del Vantage Roadster es despertar los sentidos. La pulsación del botón de arranque libera una sinfonía mecánica, un bramido profundo y adictivo que emana del V8 de 4.7 litros. Con 426 caballos de potencia enviados directamente al eje trasero a través de una caja de cambios manual de seis velocidades, la conexión entre hombre y máquina es total. La aceleración es contundente, empujándote contra el asiento mientras el paisaje se desdibuja. Su aplomo y la comunicación que transmite la dirección te invitan a devorar kilómetros de curvas con una confianza y una emoción que pocos coches pueden igualar.
Diseño y estética
Su diseño es una obra de arte en movimiento. Las proporciones son perfectas, con un capó interminable que alberga el poderoso V8, una cabina retrasada y una zaga corta y musculosa. Cada línea fluye con una elegancia y una agresividad contenida que hipnotiza. Abierto al cielo, su silueta es aún más espectacular, evocando la era dorada del automovilismo. El interior, aunque con una ergonomía peculiar, te envuelve en cuero y aluminio, creando una atmósfera de lujo artesanal que te hace sentir especial en cada momento.
Tecnología y características
La tecnología del Vantage no reside en pantallas táctiles o asistentes de conducción, sino en la pureza de su ingeniería. Su corazón es un motor V8 atmosférico, una especie en extinción que ofrece una respuesta al acelerador instantánea y lineal. El chasis de aluminio pegado proporciona una rigidez estructural excepcional, fundamental para un descapotable de altas prestaciones. La suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes y los potentes frenos de disco ventilados aseguran un control soberbio. Es tecnología al servicio de la conducción, no del entretenimiento.
Competencia
En su época, se enfrentó a titanes como el Porsche 911 Carrera S Cabriolet y el Audi R8 Spyder. Mientras el 911 ofrecía una precisión quirúrgica y una eficiencia casi perfecta, y el R8 una exótica presencia de motor central, el Aston Martin jugaba en su propia liga: la de la emoción y el carácter. Era la elección del corazón, un coche que sacrificaba la última décima de segundo en el circuito a cambio de un alma y una banda sonora que sus rivales alemanes no podían replicar.
Conclusión
El Aston Martin Vantage Roadster es mucho más que sus cifras de rendimiento. Es una experiencia sensorial, un coche que te enamora por su belleza, te seduce con el sonido de su motor y te recompensa con una conducción auténtica y gratificante. Es un gran turismo con alma de deportivo, una máquina imperfecta pero profundamente carismática que representa el pináculo del diseño y la ingeniería británica de su tiempo. No se compra con la cabeza, se elige con el corazón.




