Bentley Brooklands · 537 CV (2008-2009)

2008
Gasolina
RWD
Automático 6v
Bentley Brooklands - Vista 1
Bentley Brooklands - Vista 2
Bentley Brooklands - Vista 3
Bentley Brooklands - Vista 4

Especificaciones y análisis del Bentley Brooklands

Potencia

537CV

Par

1050Nm

Consumo

19.5l/100

Emisiones

465g/km

0-100 km/h

5.3s

Vel. Máx.

296km/h

Peso

2730kg

Precio

379,175

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 6v

Tracción

RWD

Plazas

4 / 2 puertas

Maletero

401 L

Depósito

96 L

Potencia

395 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima537 CV / 395 kW
Par máximo1050 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 6v

Capacidades

Depósito96 L
Maletero401 L

Análisis detallado del Bentley Brooklands · 537 CV (2008-2009)

Descripción general

El Bentley Brooklands de 2008 no es simplemente un coche, es una declaración de intenciones rodante. Un coupé de gran turismo que recupera la esencia más pura de la marca: lujo desmedido, una presencia imponente y un corazón mecánico que late con una fuerza descomunal. Concebido para cruzar continentes con una elegancia y un confort inigualables, este vehículo representa la culminación de la artesanía británica, un santuario de opulencia y poder reservado para unos pocos afortunados.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del Brooklands es una experiencia que sobrecoge los sentidos. La primera sensación es la de estar al mando de un yate de lujo, rodeado de cuero y madera noble. Pero al presionar el acelerador, un tsunami de par de 1050 Nm te aplasta contra el asiento, catapultando sus más de 2.7 toneladas con una ferocidad que desafía la física. No es la agilidad de un deportivo, sino la fuerza imparable de una locomotora de alta velocidad. El sonido del V8 biturbo es un murmullo grave y contenido a velocidad de crucero, que se transforma en un rugido atronador cuando se le exige, creando una dualidad adictiva entre la paz absoluta y la violencia mecánica.

Diseño y estética

El diseño del Brooklands es un homenaje a la elegancia atemporal. Sus líneas fluidas y su silueta de coupé sin pilar central evocan una era dorada del automovilismo, pero con una musculatura y unas proporciones que imponen un respeto inmediato. Con más de 5.4 metros de longitud, su presencia es magnética. El interior es su verdadera joya: un santuario artesanal donde cada centímetro está cubierto del cuero más fino, maderas pulidas a mano y metales sólidos. Sentarse dentro es aislarse del mundo exterior en una burbuja de lujo y tradición.

Tecnología y características

La tecnología del Brooklands no se mide en pantallas táctiles, sino en la soberbia ingeniería que esconde bajo su piel. El corazón es el legendario motor V8 de 6.75 litros, una obra de orfebrería mecánica perfeccionada durante décadas, aquí sobrealimentada para entregar una potencia y un par colosales. El chasis, a pesar del peso, está afinado para ofrecer un equilibrio magistral entre un confort de alfombra voladora y un control sorprendente a alta velocidad. Es la tecnología al servicio de la experiencia de conducción más pura y opulenta.

Competencia

En el Olimpo de los grandes coupés de lujo, el Brooklands encontraba a su rival más directo y formidable en el Rolls-Royce Phantom Coupé. Ambos compartían una filosofía de opulencia sin concesiones y fabricación artesanal. Mientras el Rolls-Royce apostaba por un aislamiento y una suavidad casi etéreos, el Bentley ofrecía un carácter más pasional y deportivo, una conexión más directa con la carretera. Otros como el Mercedes-Benz CL 65 AMG podían competir en potencia, pero carecían de su aura de exclusividad y artesanía manual.

Conclusión

El Bentley Brooklands es mucho más que un coche de lujo; es una pieza de historia, el canto del cisne de una era de excesos gloriosos y artesanía sin parangón. Representa la máxima expresión del gran turismo a la británica: brutalmente potente, insultantemente lujoso y con un carisma que trasciende el tiempo. No es un vehículo lógico ni eficiente, es una experiencia emocional, un tesoro rodante que celebra la opulencia y la fuerza bruta como ninguna otra máquina. Un clásico instantáneo destinado a ser admirado por generaciones.