Especificaciones y análisis del Bentley Continental
Potencia
407CV
Par
835Nm
Consumo
18.7l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
6.3s
Vel. Máx.
245km/h
Peso
2525kg
Precio
313,944€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
RWD
4 / 2 puertas
348 L
100 L
299.6 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Bentley Continental R · 407 CV (2002)
Descripción general
El Bentley Continental R de 2002 no es simplemente un coche, es un monumento rodante al lujo y al poderío británico. En una época donde la exclusividad se medía en artesanía y cilindrada, este gran turismo se erigía como el sueño inalcanzable, una declaración de intenciones forjada en metal, cuero y madera noble, con un precio que lo situaba en la estratosfera del automovilismo.
Experiencia de conducción
Ponerse a los mandos del Continental R es sentir el mundo a través de un filtro de opulencia y fuerza bruta. El corazón de la bestia, un V8 de 6.75 litros turboalimentado, no ruge, sino que emana un torrente de par de 835 Nm que te empuja contra el asiento con la fuerza de una marea imparable. No hay violencia, solo una aceleración majestuosa y constante que hace que sus más de 2.5 toneladas se sientan ligeras. Es la sensación de pilotar un yate de lujo que, en lugar de surcar los mares, devora el asfalto con una calma y un silencio que te aíslan por completo del mundo exterior.
Diseño y estética
Su silueta es una oda a la elegancia atemporal. Con más de 5.3 metros de largo, su presencia es imponente y aristocrática. Las líneas fluidas y musculosas, el largo capó y la clásica parrilla Bentley crean una imagen de poder contenido y distinción. No busca la agresividad, sino el respeto. Por dentro, cada centímetro es un festín para los sentidos: el aroma del cuero más fino, el tacto de la madera pulida a mano y el brillo de los metales cromados te transportan a un club de caballeros inglés, un santuario de confort y artesanía.
Tecnología y características
La tecnología del Continental R se centra en la excelencia mecánica más que en la digital. Su motor, aunque de concepción clásica, utiliza un turbo e intercooler para entregar cifras de potencia y par colosales. El chasis, con suspensiones de paralelogramo deformable en ambos ejes, demuestra un enfoque sofisticado para controlar su enorme masa, priorizando un confort imperial sin renunciar a un aplomo soberbio a alta velocidad. Es la culminación de la ingeniería analógica, donde la calidad de los materiales y el ajuste preciso priman sobre las pantallas y las asistencias electrónicas.
Competencia
En el olimpo de los grandes turismos de principios de siglo, el Continental R se medía con leyendas como el Rolls-Royce Corniche, con quien compartía una filosofía de lujo supremo, o el Ferrari 456M GT, que ofrecía una experiencia mucho más deportiva y visceral. Mientras el Ferrari gritaba su pedigrí de competición, el Bentley susurraba su linaje aristocrático, atrayendo a un comprador que buscaba la máxima expresión de poder y confort sin la ostentación de un superdeportivo italiano.
Conclusión
El Bentley Continental R es una cápsula del tiempo, un testimonio de una era en la que el lujo automotriz se definía por la opulencia, la fuerza descomunal y una artesanía casi perdida. No es un coche para el día a día, sino una pieza de colección para ser disfrutada en grandes viajes, sintiendo el empuje inagotable de su motor y el abrazo de su suntuoso interior. Poseerlo es custodiar un pedazo de historia, una máquina tan irracional como maravillosa que representa el pináculo del gran turismo británico.




