Especificaciones y análisis del BMW Serie 1
Potencia
265CV
Par
315Nm
Consumo
9.2l/100
Emisiones
221g/km
0-100 km/h
6.1s
Vel. Máx.
250km/h
Peso
1450kg
Precio
38,000€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
RWD
5 / 5 puertas
330 L
53 L
195 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del BMW 130i · 265 CV (2005-2007)
Descripción general
El BMW 130i es mucho más que un simple compacto; es una declaración de intenciones, una joya de la ingeniería alemana de una época en la que la pasión por conducir dictaba el diseño. En un cuerpo compacto y práctico de Serie 1, BMW consiguió alojar un corazón noble: un motor de seis cilindros en línea y tracción trasera. Es el último de una estirpe, un coche que te susurra al oído promesas de asfalto y emociones puras.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante del 130i es una experiencia visceral. El arranque despierta un ronroneo grave y melódico que se convierte en un aullido metálico y adictivo al superar las 4000 revoluciones. Sus 265 caballos, entregados de forma lineal y contundente, te pegan al asiento mientras la trasera insinúa su carácter juguetón en cada curva. La dirección es directa, la caja de cambios manual precisa y el chasis se siente ágil y equilibrado, transmitiendo una conexión total entre el conductor, la máquina y la carretera. Es pura felicidad mecánica.
Diseño y estética
El diseño de la primera generación del Serie 1 es inconfundible y atemporal. Su largo capó no es un capricho estético, sino la consecuencia lógica de albergar longitudinalmente su motor de seis cilindros. La cabina retrasada y los cortos voladizos gritan 'tracción trasera' desde cualquier ángulo. Aunque controvertido en su día, hoy se aprecia como una silueta atlética y con una personalidad arrolladora que lo distingue de cualquier otro compacto.
Tecnología y características
La verdadera magia tecnológica del 130i reside en su motor N52. Una obra de arte de 3.0 litros construida en una aleación de aluminio y magnesio para ser increíblemente ligera. Con inyección indirecta y un sofisticado sistema de admisión variable, ofrecía una respuesta al acelerador instantánea y una elasticidad soberbia, algo impensable en los motores turbo actuales. Su chasis, con suspensión delantera McPherson y un avanzado eje trasero multibrazo, le otorgaba un comportamiento dinámico digno de un deportivo de categoría superior.
Competencia
En su momento, encontrar un rival directo para el 130i era una tarea casi imposible. Mientras que el Volkswagen Golf R32 ofrecía un motor de seis cilindros pero con tracción total, y el Alfa Romeo 147 GTA apostaba por un V6 y tracción delantera, el BMW era el único purista del segmento. Su combinación de motor atmosférico de seis cilindros, cambio manual y propulsión trasera lo convertían en una propuesta única, un coche para entendidos que no tenía un verdadero competidor en su filosofía.
Conclusión
El BMW 130i no es un coche que se elige con la cabeza, sino con el corazón. Es una máquina analógica en un mundo cada vez más digital, un homenaje a la conducción en su estado más puro. Representa una fórmula que difícilmente volveremos a ver: un gran motor en un coche pequeño. Hoy es un clásico moderno, un vehículo que genera un vínculo emocional profundo y que recompensa a su conductor con sonrisas y adrenalina en cada viaje.




