BMW 525d · 177 CV (2004-2005)

2003
Gasóleo
RWD
Manual 6v
BMW Serie 5 - Vista 1
BMW Serie 5 - Vista 2
BMW Serie 5 - Vista 3
BMW Serie 5 - Vista 4

Especificaciones y análisis del BMW Serie 5

Potencia

177CV

Par

400Nm

Consumo

6.7l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

8.1s

Vel. Máx.

230km/h

Peso

1660kg

Precio

43,200

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 6v

Tracción

RWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

520 L

Depósito

70 L

Potencia

130 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima177 CV / 130 kW
Par máximo400 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito70 L
Maletero520 L

Análisis detallado del BMW 525d · 177 CV (2004-2005)

Descripción general

El BMW Serie 5 de 2003, en su versión 525d, representa la quinta generación de una berlina que ha marcado un antes y un después en el segmento premium. Con un precio de 43.200 €, este modelo se posicionaba como una opción sofisticada y potente para aquellos que buscaban una experiencia de conducción superior. Su motor diésel de 177 CV y su tracción trasera prometían un equilibrio perfecto entre rendimiento y eficiencia, consolidando la reputación de BMW en la ingeniería automotriz.

Experiencia de conducción

Al volante del BMW 525d, las sensaciones son de puro placer. La dirección, precisa y comunicativa, te conecta directamente con la carretera, mientras que la suspensión, aunque firme, absorbe las irregularidades con una elegancia que solo BMW sabe ofrecer. El motor de seis cilindros, con sus 400 Nm de par, empuja con contundencia desde bajas revoluciones, ofreciendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 8.1 segundos y una velocidad máxima de 230 km/h. La caja de cambios manual de 6 velocidades es un deleite, con inserciones suaves y precisas que invitan a exprimir cada marcha. Es un coche que te hace sentir seguro y en control, capaz de devorar kilómetros con una comodidad excepcional, pero también de ofrecer una experiencia dinámica cuando la carretera lo permite.

Diseño y estética

El diseño del BMW Serie 5 (E60) de 2003 fue, en su momento, una declaración de intenciones. Rompiendo con las líneas más conservadoras de sus predecesores, Chris Bangle, el entonces jefe de diseño de BMW, introdujo un lenguaje estético más atrevido y moderno. Sus líneas fluidas y su silueta elegante, con una longitud de 4841 mm y una anchura de 1846 mm, le otorgan una presencia imponente en la carretera. Los faros delanteros, con su característica forma de 'ojo de ángel', y la parrilla de doble riñón, son elementos distintivos que lo identifican instantáneamente como un BMW. El interior, sobrio y funcional, está construido con materiales de alta calidad, creando un ambiente de lujo y confort que invita a largos viajes.

Tecnología y características

En 2003, el BMW 525d incorporaba tecnología de vanguardia para la época. Su motor diésel de inyección directa por conducto común, turbo con geometría variable e intercooler, era un ejemplo de eficiencia y rendimiento. La suspensión, con un esquema McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, junto con barras estabilizadoras en ambos ejes, garantizaba un comportamiento dinámico excepcional. Aunque no contaba con las pantallas táctiles y la conectividad actual, su sistema de infoentretenimiento iDrive, aunque controvertido en sus inicios, ofrecía un control intuitivo de las funciones del vehículo. Los frenos de disco ventilados en ambos ejes aseguraban una frenada potente y segura, mientras que la dirección de cremallera con asistencia hidráulica proporcionaba una respuesta directa y precisa.

Competencia

En el competitivo segmento de las berlinas premium, el BMW 525d de 2003 se enfrentaba a duros rivales como el Mercedes-Benz Clase E, el Audi A6 y el Lexus GS. Cada uno ofrecía su propia interpretación del lujo y el rendimiento, pero el BMW destacaba por su enfoque en la dinámica de conducción y la deportividad. Mientras que el Clase E se inclinaba más hacia el confort y la elegancia clásica, y el A6 ofrecía la tracción quattro y un diseño más sobrio, el Serie 5 se posicionaba como la opción para aquellos que priorizaban la experiencia al volante sin renunciar al lujo y la sofisticación.

Conclusión

El BMW 525d de 2003 es un coche que, incluso hoy, sigue siendo un referente en su segmento. Su combinación de un motor diésel potente y eficiente, un chasis excepcional y un diseño que, aunque arriesgado en su momento, ha envejecido con dignidad, lo convierten en una opción muy atractiva. Es una berlina que te envuelve en un aura de lujo y deportividad, capaz de ofrecer tanto viajes relajados como momentos de pura emoción al volante. Un verdadero BMW, que encarna la filosofía de la marca de ofrecer el placer de conducir en cada trayecto.