Especificaciones y análisis del BMW Serie 8
Potencia
326CV
Par
490Nm
Consumo
14l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
6.3s
Vel. Máx.
250km/h
Peso
1880kg
Precio
104,438€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 5v
RWD
4 / 2 puertas
320 L
90 L
240 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del BMW 850Ci Aut. · 326 CV (1999-2000)
Descripción general
El BMW 850Ci de 1999 no es simplemente un coche, es una declaración de intenciones, un icono atemporal que encapsula el apogeo de los grandes turismos de finales del siglo XX. Con su majestuoso motor V12 y un diseño que parecía llegado del futuro, este coupé se consagró como el máximo exponente del lujo, la potencia y la audacia de BMW, un sueño sobre ruedas que sigue despertando pasiones.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante del 850Ci es una experiencia visceral. El corazón de todo es su V12 de 5.4 litros y 326 caballos, que no entrega la potencia de forma brusca, sino como una ola de par imparable y sedosa. Es un devorador de autopistas, un vehículo diseñado para cruzar continentes con una compostura y un aplomo soberbios. El sonido del motor es una melodía grave y refinada que te envuelve, mientras la transmisión automática gestiona la fuerza con una suavidad exquisita. No es un deportivo radical, es una alfombra mágica que te transporta a 250 km/h sin apenas darte cuenta.
Diseño y estética
Su diseño es una obra maestra que desafió su tiempo. La afilada silueta en forma de cuña, la ausencia de pilar B que crea una espectacular línea continua al bajar las ventanillas y, sobre todo, sus icónicos faros escamoteables, le otorgan una presencia magnética que sigue girando cabezas. Es una escultura rodante, larga, baja y ancha, que combina elegancia y agresividad a partes iguales. El interior es un cockpit orientado al conductor, un santuario de cuero y tecnología que te abraza y te aísla del mundo exterior.
Tecnología y características
Para su época, el Serie 8 era una proeza tecnológica. Fue uno de los primeros coches en utilizar una red de datos CAN bus para interconectar sus múltiples sistemas electrónicos. Bajo su piel se escondía un sofisticado eje trasero multibrazo, frenos de disco ventilados en las cuatro ruedas y, por supuesto, la complejidad mecánica de su motor de doce cilindros. Era un escaparate con el que BMW demostraba su poderío en ingeniería, sentando las bases para tecnologías futuras.
Competencia
En el exclusivo olimpo de los grandes coupés de lujo, el 850Ci se medía con titanes. Su principal adversario era el Mercedes-Benz CL 500/600 (C140), otro coloso alemán que ofrecía un nivel similar de opulencia y potencia V8 o V12. Con un enfoque más deportivo pero igualmente lujoso, el Porsche 928 GTS también se postulaba como una alternativa. Incluso el Jaguar XJS, aunque con un diseño más clásico, competía por el mismo tipo de cliente que buscaba distinción y un motor de gran cilindrada.
Conclusión
El BMW 850Ci es mucho más que un coche clásico; es un pedazo de historia del automóvil, el símbolo de una era en la que los sueños de los ingenieros no tenían límites. Representa la fusión perfecta entre un gran turismo de lujo y un superdeportivo de altas prestaciones. Poseer uno hoy es custodiar una leyenda, una experiencia de conducción única que combina prestigio, un diseño inmortal y el alma inolvidable de uno de los mejores motores V12 jamás creados.




