Especificaciones y análisis del BMW X5
Potencia
235CV
Par
520Nm
Consumo
8.7l/100
Emisiones
231g/km
0-100 km/h
8.3s
Vel. Máx.
216km/h
Peso
2180kg
Precio
56,600€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
AWD
5 / 5 puertas
620 L
85 L
173 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del BMW X5 3.0d · 235 CV (2006-2007)
Descripción general
El BMW X5 de 2007 no es solo un coche, es la materialización del dominio y la elegancia en el asfalto. En una época en la que los SUV de lujo comenzaban a redefinir el mercado, este X5 3.0d se erigió como un referente, una máquina que prometía y entregaba potencia, prestigio y una versatilidad que cautivaba el corazón de cualquier conductor.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante es una experiencia transformadora. El empuje de su motor diésel de seis cilindros es profundo y contundente, una ola de par de 520 Nm que te pega al asiento con una suavidad inesperada. Se siente grande, imponente, pero su agilidad en curva desafía las leyes de la física gracias a un chasis soberbio y la tracción total xDrive. Es la sensación de tener el control absoluto, de flotar sobre el asfalto en un trono de cuero y aluminio, con el mundo a tus pies y el horizonte como único límite.
Diseño y estética
Su diseño es una declaración de intenciones. Las líneas musculosas y la presencia imponente transmiten una fuerza contenida, una elegancia atlética que intimida y seduce a partes iguales. La icónica parrilla de doble riñón, más grande y audaz, y la mirada penetrante de sus faros definen un frontal inolvidable. Por dentro, te abraza un habitáculo donde cada material, cada ajuste, susurra calidad. Es un santuario de lujo funcional, diseñado para el placer de conducir y el confort de los pasajeros.
Tecnología y características
Para su tiempo, el X5 era una ventana al futuro. El sistema iDrive centralizaba el control del vehículo en una sola interfaz, una apuesta audaz que marcaba el camino a seguir. Pero la verdadera magia residía en su dinámica, con la tracción integral inteligente xDrive que anticipaba la pérdida de adherencia para ofrecer una seguridad y una eficacia pasmosas. Opciones como la suspensión adaptativa o la dirección activa convertían a este gigante en un vehículo sorprendentemente dócil y preciso.
Competencia
En el olimpo de los SUV de lujo, el X5 3.0d se medía con titanes como el Mercedes-Benz ML, el Audi Q7 o el Porsche Cayenne. Mientras sus competidores ofrecían diferentes interpretaciones del lujo y el espacio, el BMW siempre guardaba un as en la manga: su incomparable tacto de conducción. Se sentía menos como un todoterreno y más como una berlina deportiva elevada, conquistando a aquellos para quienes el placer al volante era innegociable.
Conclusión
El BMW X5 3.0d de 2007 es mucho más que un vehículo usado; es un clásico moderno que encapsula la esencia de una era. Representa el equilibrio perfecto entre la fuerza bruta de su motor, la sofisticación de su interior y una dinámica de conducción que sigue siendo emocionante. Conducirlo es sentir el legado de una marca que entiende el automóvil como una fuente de emociones, una máquina que, incluso hoy, sigue girando cabezas y acelerando pulsos.




