Especificaciones y análisis del Caterham Seven
Potencia
117CV
Par
150Nm
Consumo
8.3l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
6.4s
Vel. Máx.
175km/h
Peso
650kg
Precio
31,322€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
RWD
2 / 2 puertas
75 L
36 L
86 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Caterham Super Seven Rover 1600 Serie K 16v · 117 CV (2000-2004)
Descripción general
El Caterham Seven Super Seven es mucho más que un coche; es una declaración de principios. Nacido de la filosofía de 'añadir ligereza', este roadster británico es la encarnación de la conducción en su estado más puro y visceral. Un vehículo que renuncia a todo lo superfluo para conectar al conductor directamente con el asfalto y la emoción.
Experiencia de conducción
Ponerse a los mandos es una experiencia que bombardea los sentidos. Sientes el viento, escuchas el rugido del motor Rover Serie K justo delante de ti sin filtros y notas cada textura de la carretera a través del volante sin asistencia. Con solo 650 kg y 117 CV, la aceleración es brutal y te pega al asiento, mientras que la tracción trasera y la caja manual de cinco velocidades exigen una conexión total. Es una danza mecánica, un diálogo constante entre hombre y máquina que te hace sentir increíblemente vivo.
Diseño y estética
Su diseño es una consecuencia directa de su función. La carrocería minimalista, las ruedas expuestas, el largo capó y un habitáculo espartano no buscan la belleza convencional, sino la máxima eficacia. Cada línea, cada panel de aluminio, está pensado para ahorrar peso y optimizar el rendimiento. Es una estética atemporal, un icono del automovilismo que ha permanecido fiel a sus orígenes durante décadas.
Tecnología y características
La tecnología aquí no se mide en pantallas táctiles o asistencias electrónicas, sino en la brillantez de su ingeniería mecánica. El chasis tubular, la suspensión de paralelogramo deformable, el eje trasero De Dion y un motor de aluminio son el corazón tecnológico. La ausencia total de ayudas a la conducción no es una carencia, sino una decisión deliberada para ofrecer una experiencia de pilotaje auténtica y sin filtros.
Competencia
Encontrar un rival directo para una máquina tan singular es casi imposible. Podríamos pensar en un Lotus Elise de la época por su enfoque en la ligereza, o incluso en un Mazda MX-5 por el concepto roadster, pero el Caterham juega en una liga mucho más extrema y purista. Su verdadero competidor no es otro coche, sino la sensación de libertad y exposición que ofrece una motocicleta.
Conclusión
El Caterham Seven no es un coche para todo el mundo, y esa es precisamente su mayor virtud. Es una máquina egoísta, exigente y maravillosamente anacrónica, diseñada para el puro placer de conducir. No te lleva de un punto A a un punto B, te transporta a un estado de felicidad y concentración absoluta. Es una joya para puristas, una experiencia inolvidable que redefine lo que significa sentir la carretera.




