Chrysler Neon SE 1.6 · 116 CV (2001-2004)

1999
Gasolina
FWD
Manual 5v

Especificaciones y análisis del Chrysler Neon

Potencia

116CV

Par

157Nm

Consumo

7.3l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

10.2s

Vel. Máx.

185km/h

Peso

1225kg

Precio

14,124

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

371 L

Depósito

47 L

Potencia

85 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima116 CV / 85 kW
Par máximo157 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito47 L
Maletero371 L

Análisis detallado del Chrysler Neon SE 1.6 · 116 CV (2001-2004)

Descripción general

El Chrysler Neon de principios de los 2000 fue un soplo de aire fresco y desenfadado en el serio segmento de las berlinas compactas. Con su carismático diseño y un alma que fusionaba el pragmatismo europeo con el carácter americano, este coche no buscaba ser uno más, sino dejar una huella de simpatía y sencillez en el asfalto.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del Neon es reencontrarse con una conducción pura y directa. Su motor de 1.6 litros y 116 caballos se siente voluntarioso y lleno de vida, especialmente al jugar con su cambio manual de cinco velocidades. No es un deportivo, pero su agilidad y su respuesta sincera te sacan una sonrisa en cada trayecto, recordándote el placer de sentir la carretera sin filtros electrónicos de por medio.

Diseño y estética

Visualmente, el Neon era inconfundible. Su diseño 'cab-forward' con faros redondos y una silueta suave y redondeada le confería una apariencia amigable y optimista. Rompía con la sobriedad de sus rivales, ofreciendo un espacio interior generoso y una estética que, aún hoy, evoca una época de mayor atrevimiento y originalidad en el diseño automotriz.

Tecnología y características

La tecnología del Neon era un reflejo de su filosofía: simple, probada y funcional. Lejos de complejos sistemas electrónicos, apostaba por una mecánica robusta y fiable, con un motor de inyección indirecta y un chasis equilibrado con suspensión McPherson en ambos ejes. Era un coche construido para durar y ser fácil de mantener, donde la ingeniería estaba al servicio de la experiencia de conducción, no de los adornos.

Competencia

En su tiempo, el Neon se enfrentó a gigantes europeos y japoneses como el Ford Focus Sedán, el Volkswagen Bora o el Honda Civic. Mientras sus competidores apostaban por la sobriedad y la perfección alemana o la fiabilidad japonesa, el Neon jugaba la carta de la diferenciación, ofreciendo un carácter único y un diseño con personalidad que lo convertían en una alternativa para quienes buscaban algo más que un simple medio de transporte.

Conclusión

El Chrysler Neon es más que un coche; es el recuerdo de una época en la que la personalidad importaba. Fue una valiente declaración de intenciones, un sedán práctico con el corazón de un coche que quería ser diferente. Quizás no fuera el más refinado ni el más avanzado, pero su honestidad mecánica y su encanto estético lo convierten en un clásico moderno que se gana el afecto por su autenticidad.