Especificaciones y análisis del Chrysler Voyager
Potencia
151CV
Par
229Nm
Consumo
11.2l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
15.1s
Vel. Máx.
175km/h
Peso
1705kg
Precio
24,672€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
FWD
7 / - puertas
450 L
75 L
111 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Chrysler Voyager SE 2.4 Aut. · 151 CV (2000-2001)
Descripción general
El Chrysler Voyager SE 2.4 Aut. de 1996 es un monovolumen que marcó una época, ofreciendo un espacio y una versatilidad que pocos vehículos de su tiempo podían igualar. Con su motor de gasolina de 151 CV y una transmisión automática de 4 velocidades, se presentaba como una opción cómoda y práctica para las familias que buscaban amplitud y confort en sus viajes. Su diseño, aunque funcional, no dejaba de tener un encanto particular que lo hacía reconocible al instante en las carreteras.
Experiencia de conducción
Al volante del Voyager, la sensación predominante es la de amplitud y comodidad. La suspensión, diseñada para absorber las irregularidades del camino, proporciona un viaje suave, aunque no esperes una agilidad deportiva. La dirección, aunque no es la más directa, cumple su función en un vehículo de estas características, facilitando las maniobras a pesar de su tamaño. El motor de 2.4 litros, con sus 151 CV, ofrece una respuesta adecuada para el día a día y para viajes largos, aunque las aceleraciones no son su punto fuerte, con un 0 a 100 km/h en 15.1 segundos. La caja de cambios automática de 4 velocidades contribuye a una conducción relajada, ideal para trayectos familiares. El consumo combinado de 11.2 l/100km es un reflejo de su tamaño y la tecnología de la época, pero se compensa con la comodidad que ofrece.
Diseño y estética
El diseño del Chrysler Voyager de 1996 es eminentemente funcional, con líneas suaves y una silueta que prioriza el espacio interior. Su carrocería monovolumen, con una longitud de 4733 mm y una altura de 1820 mm, le confiere una presencia imponente en la carretera. Las grandes superficies acristaladas no solo aportan luminosidad al habitáculo, sino que también mejoran la visibilidad. Aunque no es un coche que busque la deportividad en sus formas, su estética es honesta y práctica, con un frontal distintivo y una zaga que enfatiza su capacidad de carga. Las llantas de 15 pulgadas con neumáticos 215/65 R15 son adecuadas para su enfoque familiar.
Tecnología y características
En el ámbito tecnológico, el Chrysler Voyager SE 2.4 Aut. de 1996 incorporaba lo que se consideraba avanzado para su segmento en aquel entonces. Su motor de gasolina de 2.4 litros con inyección indirecta y 4 válvulas por cilindro, junto con un bloque de hierro y culata de aluminio, buscaba un equilibrio entre rendimiento y durabilidad. La transmisión automática de 4 velocidades era un elemento clave para la comodidad de conducción. En cuanto a la seguridad y el confort, contaba con frenos de disco ventilados delanteros y tambor traseros, suspensión McPherson delantera y eje rígido trasero, ambos con barra estabilizadora, lo que contribuía a una conducción estable. Aunque carecía de las sofisticadas ayudas a la conducción actuales, ofrecía lo esencial para un viaje seguro y confortable en su época.
Competencia
En el mercado de los monovolúmenes de mediados de los 90, el Chrysler Voyager se enfrentaba a competidores como el Renault Espace, el Ford Galaxy o el Volkswagen Sharan. Cada uno ofrecía sus propias ventajas, pero el Voyager destacaba por su enfoque en el espacio y la comodidad al estilo americano, con un habitáculo generoso y una suspensión orientada al confort. Mientras que algunos rivales europeos podían ofrecer una dinámica de conducción más refinada, el Voyager se posicionaba como una opción robusta y espaciosa, ideal para familias numerosas o para quienes necesitaban un gran volumen de carga.
Conclusión
El Chrysler Voyager SE 2.4 Aut. de 1996 es un vehículo que, a pesar de los años, sigue siendo un referente en el segmento de los monovolúmenes por su innegable practicidad y su generoso espacio interior. Es un coche pensado para la familia, para los viajes largos y para aquellos que valoran la comodidad por encima de las prestaciones deportivas. Su consumo puede ser elevado para los estándares actuales, pero su fiabilidad mecánica y su capacidad para transportar a siete ocupantes con holgura lo convierten en una opción interesante para el mercado de segunda mano. Es un pedazo de historia automotriz que representa una época en la que el espacio y la funcionalidad eran los reyes de la carretera.




