Especificaciones y análisis del Chrysler Voyager
Potencia
151CV
Par
229Nm
Consumo
10.4l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
12.1s
Vel. Máx.
179km/h
Peso
1705kg
Precio
23,343€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
7 / - puertas
450 L
75 L
111 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Chrysler Voyager SE 2.4 · 151 CV (2000-2001)
Descripción general
El Chrysler Voyager SE 2.4 de 1996 es un monovolumen que marcó una época, ofreciendo un espacio y una versatilidad que pocos vehículos podían igualar. Con su motor de gasolina de 151 CV, se presentaba como una opción familiar robusta y confortable, ideal para viajes largos y para el día a día de familias numerosas. Su diseño, aunque clásico para la época, prometía funcionalidad y una presencia imponente en la carretera.
Experiencia de conducción
Al volante del Voyager SE 2.4, la sensación predominante es de amplitud y comodidad. La suspensión, diseñada para absorber las irregularidades del camino, proporciona un viaje suave, aunque no exento de un balanceo característico de los vehículos de su tamaño. El motor de 151 CV, si bien no es un derroche de potencia, cumple con creces para mover el conjunto, ofreciendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 12.1 segundos y una velocidad máxima de 179 km/h. El consumo combinado de 10.4 l/100km es razonable para un vehículo de sus características y época. La dirección, aunque asistida, puede sentirse algo menos directa que en coches más modernos, pero contribuye a una conducción relajada y sin sobresaltos. Es un coche para disfrutar del trayecto, no para buscar sensaciones deportivas.
Diseño y estética
El diseño del Chrysler Voyager de 1996 es un reflejo de su propósito: maximizar el espacio interior y la funcionalidad. Sus líneas son suaves y redondeadas, alejándose de las formas más angulosas de modelos anteriores. La carrocería, con una longitud de 4733 mm y una anchura de 1950 mm, denota una presencia considerable. Las grandes superficies acristaladas contribuyen a una excelente visibilidad y a una sensación de luminosidad en el habitáculo. El interior, con capacidad para siete ocupantes, está pensado para la vida familiar, con asientos cómodos y un maletero generoso de 450 litros. Aunque los materiales pueden no ser los más lujosos, su durabilidad y practicidad eran puntos clave en su concepción.
Tecnología y características
En 1996, el Chrysler Voyager SE 2.4 incorporaba una tecnología que, si bien hoy puede parecer básica, era avanzada para su segmento. Su motor de gasolina de 2.4 litros y cuatro cilindros, con inyección indirecta y 16 válvulas, ofrecía una buena combinación de rendimiento y eficiencia para la época. La transmisión manual de 5 velocidades permitía un control adecuado sobre la potencia. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados delanteros y tambor traseros, y una suspensión McPherson delantera que contribuía a la estabilidad. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, facilitaba las maniobras. No esperes grandes pantallas táctiles o asistentes de conducción modernos, pero sí una ingeniería sólida y probada.
Competencia
En su momento, el Chrysler Voyager SE 2.4 competía en un segmento de monovolúmenes en auge. Sus principales rivales incluían modelos como el Renault Espace, el Ford Galaxy/Volkswagen Sharan/SEAT Alhambra (que compartían plataforma) y el Opel Sintra. Frente a ellos, el Voyager destacaba por su diseño americano, su amplitud interior y, en muchos mercados, por una relación calidad-precio atractiva. Cada uno ofrecía sus propias ventajas, pero el Voyager se labró una reputación como un vehículo familiar fiable y espacioso.
Conclusión
El Chrysler Voyager SE 2.4 de 1996 es un clásico entre los monovolúmenes, un vehículo que priorizó el espacio, la comodidad y la funcionalidad para las familias. Su motor de 151 CV ofrecía un rendimiento adecuado, y su diseño, aunque no vanguardista, era práctico y reconocible. Es un coche que evoca recuerdos de viajes familiares y de una época en la que la versatilidad era la reina. Aunque sus consumos y prestaciones no son comparables a los de los vehículos actuales, su encanto reside en su honestidad y en su capacidad para cumplir con su cometido de transportar a la familia con confort y seguridad.




