Especificaciones y análisis del Chrysler Voyager
Potencia
150CV
Par
360Nm
Consumo
8.5l/100
Emisiones
225g/km
0-100 km/h
-s
Vel. Máx.
182km/h
Peso
-kg
Precio
31,564€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 4v
FWD
7 / 5 puertas
1290 L
75 L
110 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Chrysler Voyager SE 2.8 CRD · 150 CV (2008)
Descripción general
El Chrysler Voyager no es solo un monovolumen, es el sinónimo del viaje en familia. Este icono americano del año 2008 nos recuerda una época en la que el espacio y la comodidad eran los reyes de la carretera. Subirse a él es como abrir un álbum de recuerdos, una promesa de aventuras compartidas y kilómetros de sonrisas.
Experiencia de conducción
Al volante, el motor diésel 2.8 CRD de 150 CV empuja con una fuerza honesta y contundente desde bajas vueltas, gracias a sus 360 Nm de par. No busca la deportividad, sino la solvencia para mover a toda la familia sin esfuerzo. La caja de cambios automática de 4 velocidades es suave y te aísla del mundo, mientras que la suspensión prioriza el confort en autopista, meciéndote suavemente. Es una máquina para devorar distancias, sintiéndote el capitán de un barco que navega sobre asfalto.
Diseño y estética
Su diseño es inconfundiblemente americano: grande, audaz y funcional. Las formas cuadradas no buscan la estética, sino maximizar cada centímetro cúbico de su interior. Dentro, el espacio es simplemente colosal. Siete plazas reales y un maletero gigantesco de 1290 litros te invitan a no dejar nada en casa. Los materiales son sencillos y duraderos, pensados para resistir el ajetreo familiar. Es un diseño que habla de pragmatismo y de la libertad que solo el espacio puede dar.
Tecnología y características
La tecnología del Voyager se centra en lo esencial y probado. El motor common-rail era moderno para su época, pero el conjunto se siente analógico y mecánico, una sensación que muchos conductores aprecian. No encontrarás pantallas táctiles ni asistentes de conducción complejos. Su propuesta tecnológica es la robustez de sus componentes, como un motor de bloque de hierro y una transmisión por convertidor de par, diseñados para durar y cumplir su función sin complicaciones.
Competencia
En su momento, se enfrentó a gigantes europeos como el Renault Espace o el Ford Galaxy. Mientras sus rivales apostaban por diseños más estilizados y un comportamiento más dinámico, el Voyager jugaba en su propia liga. Ofrecía un carácter único, un espacio interior inigualable y esa sensación de robustez yanqui que lo convertía en una opción diferente y con mucha personalidad para las grandes familias.
Conclusión
El Chrysler Voyager 2.8 CRD es un vehículo que se compra con el corazón. Es un refugio rodante, un especialista en crear momentos inolvidables. A pesar de un consumo elevado y una agilidad limitada en ciudad, su capacidad para transportar a los tuyos con una comodidad soberana lo convierte en una leyenda. Es más que un coche; es una declaración de intenciones sobre lo que de verdad importa: el viaje compartido.




