Citroën Berlingo 1.6i 16v Leader · 109 CV (2002)

1996
Gasolina
FWD
Manual 5v

Especificaciones y análisis del Citroën Berlingo

Potencia

109CV

Par

147Nm

Consumo

7.4l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

12.7s

Vel. Máx.

172km/h

Peso

1185kg

Precio

14,699

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

664 L

Depósito

55 L

Potencia

80 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima109 CV / 80 kW
Par máximo147 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito55 L
Maletero664 L

Análisis detallado del Citroën Berlingo 1.6i 16v Leader · 109 CV (2002)

Descripción general

El Citroën Berlingo de 1996 no es solo un vehículo, es el nacimiento de un concepto. Fue un pionero que rompió moldes al fusionar la robustez de un comercial ligero con el confort y la polivalencia de un monovolumen familiar. Esta versión de 2002, con el motor 1.6 de 109 caballos, representa la madurez de esa idea original, ofreciendo un compañero de viaje infatigable, listo para cualquier aventura que la vida le ponga por delante, desde la rutina diaria hasta la escapada más improvisada.

Experiencia de conducción

Conducir el Berlingo es una experiencia de honestidad y control. El motor 1.6i 16v de 109 CV mueve el conjunto con una soltura sorprendente, sin pretensiones deportivas pero con la energía suficiente para viajar con agilidad. La suspensión, orientada claramente al confort, filtra las irregularidades del asfalto con una suavidad que te hace sentir flotando, aunque en curvas se perciba un balanceo que te recuerda su centro de gravedad elevado. La postura de conducción alta transmite una sensación de dominio sobre el entorno, y el cambio manual de cinco velocidades es un cómplice sencillo y directo. Es un coche que invita a una conducción tranquila, a disfrutar del paisaje y de la compañía, sintiendo que tienes espacio y capacidad para todo.

Diseño y estética

Su diseño es la máxima expresión de la funcionalidad hecha belleza. Las formas cúbicas no buscan la admiración estética, sino la optimización milimétrica del espacio interior, creando una cabina increíblemente amplia y luminosa. Las enormes superficies acristaladas inundan de luz el habitáculo, mientras que las puertas traseras correderas son un golpe de genialidad que transforma el acto de subir y bajar en aparcamientos estrechos en un gesto cómodo y seguro. Es un diseño sin artificios, sincero y robusto, que ha envejecido con la dignidad de las herramientas bien hechas.

Tecnología y características

La tecnología a bordo en 2002 era la justa y necesaria, centrada en la fiabilidad y la sencillez. No encontrarás pantallas táctiles ni asistentes complejos, sino elementos probados y duraderos. Contaba con dirección asistida, aire acondicionado y un sistema de audio básico, todo pensado para funcionar sin complicaciones durante años. El corazón tecnológico era su motor de gasolina, una mecánica multiválvula eficiente para su época que ofrecía un equilibrio admirable entre prestaciones y consumo. Su mayor virtud tecnológica es su simplicidad mecánica, que se traduce en una gran facilidad de mantenimiento y una robustez a prueba de bombas.

Competencia

En el universo de los vehículos polivalentes, el Berlingo se enfrentó a rivales que siguieron su estela. Su competidor más directo y eterno fue el Renault Kangoo, con quien mantuvo una legendaria batalla por el trono del espacio y la versatilidad. Su hermano de plataforma, el Peugeot Partner, ofrecía una propuesta casi idéntica con matices estéticos. Otros contendientes como el Fiat Doblò o el Opel Combo también intentaron capturar la magia de esta fórmula, pero el Berlingo siempre mantuvo un carisma especial que lo convirtió en la referencia del segmento que él mismo había creado.

Conclusión

El Citroën Berlingo 1.6i 16v es mucho más que un coche; es un facilitador de vida. Un vehículo que entiende las necesidades reales de las personas y ofrece soluciones sencillas y geniales. Su encanto no reside en la velocidad ni en el lujo, sino en su infinita capacidad para adaptarse, para cargar sueños, bicicletas, muebles o la compra de la semana con la misma naturalidad. Es un icono de la practicidad, un refugio rodante que evoca la libertad de poder hacerlo todo. Un clásico popular que se ha ganado a pulso un lugar en el corazón de miles de familias.