Especificaciones y análisis del Citroën C-Crosser
Potencia
170CV
Par
232Nm
Consumo
9.3l/100
Emisiones
222g/km
0-100 km/h
10.4s
Vel. Máx.
195km/h
Peso
1715kg
Precio
30,795€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 6v
AWD
7 / 5 puertas
441 L
60 L
125 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Citroën C-Crosser 2.4i 170 CVT Exclusive · 170 CV (2008-2010)
Descripción general
El Citroën C-Crosser es mucho más que un SUV; es el fruto de una alianza estratégica que fusiona la robustez y fiabilidad de la ingeniería japonesa de Mitsubishi con el inconfundible toque de diseño y confort francés. Lanzado en un momento de auge para los todocaminos, este modelo representó la audaz entrada de Citroën en un segmento competido, ofreciendo una propuesta espaciosa, versátil y llena de carácter.
Experiencia de conducción
Al volante, el C-Crosser transmite una sensación de control y suavidad. Su motor de gasolina de 2.4 litros y 170 CV empuja con una progresividad serena, gestionado por una transmisión automática CVT que prioriza el confort sobre la deportividad. No busca arrancar el asfalto, sino llevarte con calma y seguridad a tu destino. La tracción total conectable te infunde confianza para abandonar la carretera, convirtiendo cada viaje en una promesa de aventura familiar sin sobresaltos.
Diseño y estética
Su estética impone con una presencia sólida y elegante. Aunque comparte su base con el Mitsubishi Outlander, Citroën supo imprimir su sello con el icónico doble chevrón adornando una parrilla distintiva. Por dentro, el espacio es el verdadero protagonista. Un habitáculo pensado para la vida real, con siete plazas que ofrecen una modularidad excepcional y una sensación de amplitud que invita a compartir kilómetros y experiencias.
Tecnología y características
Equipado hasta el detalle en su acabado Exclusive, el C-Crosser integraba tecnología pensada para facilitar la vida a bordo. Su sistema de tracción total con modos seleccionables (2WD, 4WD y Lock) era el corazón tecnológico, permitiendo adaptar el coche a cualquier circunstancia con solo girar un mando. Esto, combinado con su cambio automático, creaba una experiencia de conducción fluida y despreocupada, un auténtico refugio tecnológico sobre ruedas.
Competencia
En el competitivo campo de batalla de los SUV medianos, el C-Crosser se midió con gigantes como el Nissan X-Trail, el Toyota RAV4 o el Honda CR-V. Sin embargo, sus rivales más directos eran sus propios hermanos de plataforma, el Mitsubishi Outlander y el Peugeot 4007, frente a los cuales luchó por diferenciarse a través del prestigio de la marca Citroën y un enfoque centrado en el confort familiar.
Conclusión
El Citroën C-Crosser es una elección inteligente y emocional para quien busca un vehículo familiar completo. Es la perfecta simbiosis de fiabilidad mecánica japonesa y confort de marcha francés. Un coche honesto, espacioso y capaz, que no presume de lo que no es, pero que cumple con creces su promesa de ser un compañero de viaje leal, seguro y preparado para casi cualquier desafío que la vida le ponga por delante.




