Especificaciones y análisis del Citroën C1
Potencia
68CV
Par
93Nm
Consumo
4.6l/100
Emisiones
109g/km
0-100 km/h
13.7s
Vel. Máx.
157km/h
Peso
865kg
Precio
8,240€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
4 / 3 puertas
139 L
35 L
50 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Citroën C1 3p 1.0i 12v SX · 68 CV (2005-2007)
Descripción general
El Citroën C1 de 2005 irrumpió en nuestras ciudades como una bocanada de aire fresco y color. Nacido de una colaboración única con Peugeot y Toyota, este pequeño urbanita no solo prometía movilidad asequible, sino que entregaba una experiencia llena de carácter y simpatía, un coche diseñado con el corazón para conquistar la jungla de asfalto.
Experiencia de conducción
Conducir el C1 es sentir la ciudad de una forma pura y directa. Su increíble ligereza, combinada con el enérgico motor de tres cilindros y 68 caballos, crea una sensación de agilidad y viveza que te saca una sonrisa en cada semáforo. No busca récords de velocidad, sino ofrecer una conexión mecánica y divertida, con un sonido peculiar que se convierte en la banda sonora de tus trayectos urbanos. Es un coche que se siente despierto, ágil y tremendamente económico.
Diseño y estética
Su diseño es una declaración de intenciones: simpático, compacto y sin complejos. Los grandes faros le dan una mirada curiosa y amigable, mientras que la carrocería de tres puertas acentúa su espíritu juvenil. Por dentro, la simplicidad es ley, con detalles como el metal a la vista en las puertas que, lejos de parecer un recorte, le otorgan una personalidad industrial y honesta. El portón trasero de cristal es un toque de genialidad que lo distingue y lo hace inolvidable.
Tecnología y características
La tecnología del C1 se centra en lo esencial para hacer la vida más fácil. La dirección con asistencia eléctrica fue un gran acierto, convirtiendo las maniobras en un juego de niños. Su motor, de origen Toyota y construido en aluminio, era una pieza de ingeniería moderna y eficiente para su época. No encontrarás grandes pantallas ni asistentes complejos, sino una tecnología honesta y funcional, pensada para durar y no para distraer.
Competencia
En un segmento lleno de pequeños gigantes, el C1 tuvo que medirse con sus propios hermanos, el Peugeot 107 y el Toyota Aygo, con los que compartía casi todo. Más allá de su familia, se enfrentó a duros competidores como el Fiat Panda, el Kia Picanto o el Renault Twingo. Sin embargo, el C1 supo hacerse un hueco gracias a su encanto innegable y a ese 'je ne sais quoi' tan propio de Citroën.
Conclusión
El Citroën C1 no es solo un coche, es un compañero de aventuras urbanas. Es la prueba de que no se necesita mucho para ser feliz al volante. Su honestidad mecánica, su diseño carismático y su bajo coste de uso lo convierten en una elección inteligente y emocional. Es un vehículo que cumple su promesa con creces, dejando una huella de alegría y sencillez allá por donde pasa.




