Especificaciones y análisis del Citroën C5
Potencia
116CV
Par
160Nm
Consumo
8l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
11.3s
Vel. Máx.
196km/h
Peso
1377kg
Precio
18,930€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
471 L
66 L
85 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Citroën C5 1.8i 16v 117cv SX (2004-2006)
Descripción general
El Citroën C5 de 2005 es mucho más que una simple berlina; es la encarnación de una filosofía automovilística que prioriza el confort absoluto. En un mercado a menudo dominado por la rigidez alemana, este coche francés se atrevió a ser diferente, ofreciendo un oasis de serenidad y un carácter inconfundible que te envuelve desde el primer momento.
Experiencia de conducción
Conducir este C5 es como flotar sobre una alfombra mágica. La legendaria suspensión hidroneumática absorbe cada imperfección del asfalto con una suavidad que ningún rival de su época podía igualar. El motor de 1.8 litros y 116 caballos no busca récords de velocidad, sino entregar su potencia de forma progresiva y silenciosa, invitándote a disfrutar del viaje sin prisas. Es una experiencia de conducción relajante y profundamente placentera, un antídoto contra el estrés del día a día.
Diseño y estética
Su diseño, renovado en esta fase, le otorgó una personalidad más marcada y elegante. Los faros en forma de bumerán y su silueta fluida le dan una presencia distinguida en la carretera. Por dentro, el espacio es generoso y los asientos son auténticos butacones pensados para devorar kilómetros. El volante de buje fijo, un detalle tan Citroën, concentra los mandos y refuerza esa sensación de estar en una nave diseñada para el bienestar.
Tecnología y características
La joya de la corona tecnológica es, sin duda, su suspensión Hydractive 3, capaz de variar la altura y la firmeza para adaptarse a la carretera y al estilo de conducción. Más allá de eso, para su tiempo, venía bien equipado con elementos como el climatizador, control de crucero y un completo sistema de seguridad. No era un pionero digital, pero su tecnología estaba al servicio de una misión clara: hacer la vida a bordo más fácil y cómoda.
Competencia
En su momento, se enfrentó a pesos pesados como el Ford Mondeo, el Volkswagen Passat o el Renault Laguna. Mientras sus competidores apostaban por un equilibrio entre confort y dinamismo, el C5 jugaba en su propia liga. Era la elección de aquellos conductores que no querían compromisos y buscaban la experiencia de viaje más confortable y aislada del mercado, un rasgo que lo hacía único.
Conclusión
El Citroën C5 de esta generación es un coche con un alma inmensa. No es perfecto y su conducción no emocionará a los amantes de la deportividad, pero su capacidad para cuidarte y aislarte del mundo exterior es algo que deja una huella imborrable. Es un coche para entender y amar, un compañero de viaje leal que convierte cada desplazamiento en una experiencia de puro confort. Una oda a una forma de entender el automóvil que, tristemente, ya no existe.




