Especificaciones y análisis del Citroën C5
Potencia
133CV
Par
314Nm
Consumo
7.1l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
11.3s
Vel. Máx.
204km/h
Peso
1558kg
Precio
27,480€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 4v
FWD
5 / 5 puertas
471 L
66 L
98 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Citroën C5 2.2 HDi 136cv FAP C.A.S. Exclusive (2004-2006)
Descripción general
El Citroën C5 de 2005 no es solo una berlina, es una declaración de intenciones. En una época donde la deportividad empezaba a ser la norma, Citroën se mantuvo fiel a su esencia, ofreciendo un vehículo que ponía el confort y el bienestar a bordo por encima de todo. Este C5, con su potente motor diésel y acabado Exclusive, representaba el culmen del 'savoir-faire' francés para viajar en primera clase.
Experiencia de conducción
Conducir este C5 es una experiencia casi etérea. La legendaria suspensión hidroneumática te aísla del mundo exterior, convirtiendo los baches y las irregularidades en meras anécdotas. Flotas sobre el asfalto. El motor 2.2 HDi de 133 CV empuja con solvencia y un par generoso desde bajas vueltas, ideal para largos viajes por autopista. Sin embargo, la caja de cambios automática de cuatro velocidades se siente algo anticuada, restando agilidad y primando una suavidad que a veces se torna en lentitud. No busques emociones fuertes en una carretera de curvas; su alma te pide calma y kilómetros.
Diseño y estética
Su diseño es inconfundiblemente Citroën. La actualización de 2005 le sentó de maravilla, con esos faros y pilotos en forma de bumerán que le daban una mirada penetrante y una zaga elegante. Es un coche con una silueta clásica de berlina pero con detalles que lo hacían único. Por dentro, el espacio es generoso y los asientos son auténticos sofás. El volante de buje fijo, una excentricidad de la marca, concentra multitud de funciones y te hace sentir a los mandos de una nave especial, un espacio pensado para el relax y la comodidad.
Tecnología y características
Para su época, el C5 Exclusive era un escaparate tecnológico. La joya de la corona era la suspensión Hidractiva 3, capaz de variar la altura y la dureza para adaptarse a la carretera y a tu estilo de conducción. A esto se sumaban elementos de confort avanzados como el climatizador bizona, los sensores de aparcamiento o los faros de xenón. Era un coche que cuidaba de sus ocupantes con una tecnología que, aunque a veces compleja, estaba totalmente enfocada en mejorar la experiencia de viaje.
Competencia
En el competitivo segmento de las berlinas medias, el C5 se enfrentaba a gigantes como el Ford Mondeo, el Volkswagen Passat o su primo, el Peugeot 407. Mientras el Mondeo ofrecía un chasis más dinámico y el Passat una sensación de calidad casi premium, el C5 jugaba en su propia liga: la del confort absoluto. Ninguno de sus rivales podía igualar esa sensación de alfombra voladora, convirtiéndolo en la elección perfecta para quien priorizaba el descanso en los largos trayectos por encima de la deportividad.
Conclusión
El Citroën C5 2.2 HDi es más que un coche; es un refugio. Una máquina concebida para devorar kilómetros con una serenidad y un confort que hoy en día son difíciles de encontrar. Es la máxima expresión de la filosofía Citroën, un vehículo con una personalidad arrolladora que o amas o no entiendes. Para aquellos que buscan un compañero de viaje incansable y sumamente cómodo, este C5 sigue siendo una opción maravillosa y llena de carácter.