Especificaciones y análisis del Citroën C8
Potencia
140CV
Par
195Nm
Consumo
9l/100
Emisiones
213g/km
0-100 km/h
11.6s
Vel. Máx.
188km/h
Peso
1706kg
Precio
30,060€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
225 L
80 L
103 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Citroën C8 2.0i 16v 143cv Premier II (2008)
Descripción general
El Citroën C8 es más que un monovolumen; es una declaración de intenciones, un santuario rodante concebido para la familia. Nacido en una época dorada para los grandes vehículos familiares, su propósito es claro: convertir cada viaje, largo o corto, en una experiencia de confort y espacio compartido, donde la carretera se convierte en parte del hogar.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante del C8 es abrazar la calma. Su motor de gasolina de 140 caballos, suave y progresivo, no busca récords de aceleración, sino entregar la potencia de forma serena y constante. La sensación es la de pilotar un navío estable, donde la suspensión filtra las imperfecciones del asfalto y la elevada posición de conducción nos regala una visión panorámica del mundo. Es un coche que susurra en lugar de gritar, invitando a disfrutar del paisaje y la compañía sin prisas.
Diseño y estética
El diseño del Citroën C8 es la honesta materialización de su función. Sus formas redondeadas y generosas no buscan la deportividad, sino maximizar el espacio interior. Las enormes superficies acristaladas inundan de luz un habitáculo cavernoso, mientras que las puertas traseras correderas son una bendición en aparcamientos estrechos y al subir y bajar a los niños. Por dentro, su salpicadero con instrumentación central es un rasgo de audacia y originalidad que libera el campo visual y crea una atmósfera única, casi de salón rodante.
Tecnología y características
Aunque concebido a principios de los 2000, el C8 incorporaba la tecnología que definía el confort y la seguridad de su tiempo. Más allá de los sistemas de seguridad activa y pasiva, su mayor proeza tecnológica residía en la modularidad de su interior y en soluciones ingeniosas como la climatización independiente. El motor de inyección era solvente para su época, aunque sus consumos nos recuerdan el paso del tiempo. Su tecnología estaba al servicio de la vida a bordo, no de la ostentación.
Competencia
El C8 no navegaba solo en el océano de los monovolúmenes. Compartía su alma y esqueleto con sus hermanos del proyecto Eurovan: el Peugeot 807, el Fiat Ulysse y el Lancia Phedra. Fuera de la familia, se medía con titanes como el Renault Espace, el Ford Galaxy o el dúo formado por el SEAT Alhambra y el Volkswagen Sharan, todos compitiendo por ser el rey del espacio y la versatilidad familiar.
Conclusión
En esencia, el Citroën C8 es un refugio, un vehículo que prioriza el bienestar de sus ocupantes por encima de todo. Es la máquina perfecta para coleccionar kilómetros y recuerdos en familia. Aunque el tiempo ha avanzado en términos de eficiencia y tecnología, su concepto de confort absoluto, su inmenso espacio y su practicidad a prueba de niños siguen siendo virtudes conmovedoras. No es un coche que se elige con la razón, sino con el corazón de quien pone a su familia primero.




