Citroën C8 3.0i V6 Exclusive Aut. C.A.S. (AM02) · 204 CV (2002-2004)

2002
Gasolina
FWD
Automático 4v
Citroën C8 - Vista 1
Citroën C8 - Vista 2
Citroën C8 - Vista 3
Citroën C8 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Citroën C8

Potencia

204CV

Par

285Nm

Consumo

11.5l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

10.2s

Vel. Máx.

205km/h

Peso

1837kg

Precio

36,865

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 4v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

225 L

Depósito

80 L

Potencia

150 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima204 CV / 150 kW
Par máximo285 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 4v

Capacidades

Depósito80 L
Maletero225 L

Análisis detallado del Citroën C8 3.0i V6 Exclusive Aut. C.A.S. (AM02) · 204 CV (2002-2004)

Descripción general

El Citroën C8 3.0i V6 Exclusive no era un monovolumen cualquiera; era una declaración de intenciones. En una época dorada para los vehículos familiares, Citroën se atrevió a combinar un espacio interior casi infinito con el corazón noble y potente de un motor V6 de 204 caballos. Era el sueño de cualquier padre o madre de familia que se negaba a renunciar al placer de conducir, una máquina concebida para convertir cada viaje en una experiencia memorable, un salón rodante donde el destino era casi tan importante como el propio trayecto.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del C8 V6 es redescubrir una suavidad perdida. El motor de seis cilindros empuja con una fuerza lineal y sedosa, emitiendo un murmullo refinado que aísla del estrés exterior. A pesar de su considerable peso, los 204 caballos mueven el conjunto con una soltura sorprendente, permitiendo adelantamientos seguros y cruceros a alta velocidad con una sensación de aplomo total. La transmisión automática de cuatro velocidades, aunque no es la más rápida, prioriza el confort, engranando marchas de forma casi imperceptible. Es un coche que no incita a correr, sino a disfrutar del paisaje y de la compañía, devorando kilómetros sin esfuerzo y con una comodidad soberbia.

Diseño y estética

Su diseño es una oda a la funcionalidad y al espacio. Las formas redondeadas y la enorme superficie acristalada crean una sensación de amplitud y luminosidad que inunda el habitáculo. Pero la verdadera magia reside en sus puertas laterales correderas, una solución genial que transforma la rutina de subir y bajar del coche en un gesto cómodo y seguro, especialmente para las familias con niños. Por dentro, el salpicadero con instrumentación central era futurista para su tiempo, liberando el campo de visión del conductor y creando un ambiente diáfano y compartido. La versión Exclusive vestía este espacio con materiales de calidad, reforzando la percepción de estar en un vehículo de gama alta.

Tecnología y características

Para principios de los 2000, el C8 V6 era un escaparate tecnológico. Su motor de aluminio con cuatro válvulas por cilindro era una pieza de ingeniería avanzada para un monovolumen. Aunque hoy echamos en falta pantallas táctiles o conectividad avanzada, en su momento ofrecía elementos de confort como climatizador automático, sensores de aparcamiento y un completo ordenador de a bordo en su display central. La tecnología estaba al servicio del bienestar, buscando hacer la vida a bordo más fácil y placentera, desde las puertas eléctricas hasta los múltiples compartimentos que poblaban su interior.

Competencia

El C8 formaba parte de un proyecto conjunto, por lo que sus rivales más directos eran sus propios hermanos: el Peugeot 807, el Fiat Ulysse y el Lancia Phedra. Cada uno aportaba un matiz de estilo diferente sobre la misma base excepcional. Fuera de esta familia, su gran competidor era el Renault Espace, otro icono francés que apostaba por un diseño quizás más vanguardista. El trío alemán formado por el Volkswagen Sharan, el SEAT Alhambra y el Ford Galaxy ofrecía una alternativa de corte más sobrio y robusto, mientras que el Chrysler Voyager representaba la visión americana del lujo y el espacio.

Conclusión

El Citroën C8 3.0i V6 es más que un coche usado; es el recuerdo de una época en la que los monovolúmenes eran los reyes de la carretera y el espacio no estaba reñido con las prestaciones. Representa la máxima expresión del confort en viaje, un vehículo ideal para familias que valoran la amplitud y la suavidad por encima de todo. Su elevado consumo y su veterana caja de cambios son el peaje a pagar por disfrutar de un motor excepcional en un formato increíblemente práctico. Hoy, es una opción asequible para quien busque un compañero de aventuras espacioso y con un alma mecánica que ya no se fabrica.