Especificaciones y análisis del Fiat Brava
Potencia
105CV
Par
200Nm
Consumo
5.5l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
10.6s
Vel. Máx.
185km/h
Peso
1270kg
Precio
15,716€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
380 L
60 L
77 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Fiat Brava JTD 105 Steel · 105 CV (1999-2001)
Descripción general
El Fiat Brava JTD 105 Steel irrumpió en el cambio de milenio como una bocanada de aire fresco y carácter italiano en el competitivo segmento de los compactos. No era solo un coche, era la materialización de una revolución diésel para Fiat, llevando la innovadora tecnología common-rail a un público masivo y prometiendo una combinación embriagadora de economía, prestaciones y un diseño que no dejaba a nadie indiferente.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante del Brava JTD era descubrir una elasticidad y una respuesta impensables para un diésel de su época. Sus 105 caballos y un generoso par motor disponible desde muy bajas vueltas te pegaban al asiento con una alegría sorprendente, haciendo de cada adelantamiento una maniobra sencilla y segura. Se sentía ágil, con una dirección que comunicaba lo justo para disfrutar de las curvas y un chasis que, sin ser deportivo, transmitía confianza. El sonido del motor JTD, aunque presente, tenía un matiz mecánico que evocaba potencia y eficiencia, una banda sonora perfecta para largos viajes en los que su ridículo consumo de 5.5 litros te hacía sentir el rey de la carretera.
Diseño y estética
El diseño del Fiat Brava era pura emoción italiana. Rompía con la sobriedad de sus competidores a través de una silueta audaz y una trasera que es historia del diseño automotriz. Esos pequeños y característicos pilotos traseros horizontales, divididos en tres, eran una firma inconfundible, un guiño de originalidad que le otorgaba una personalidad arrolladora. Era un coche que se miraba dos veces, una escultura funcional que lograba equilibrar la practicidad de sus cinco puertas con una estética que, aún hoy, despierta nostalgia y admiración.
Tecnología y características
La joya de la corona era, sin duda, su motor 1.9 JTD. Fue uno de los pioneros en democratizar la inyección directa por conducto común, una tecnología que transformó los motores diésel para siempre, haciéndolos más suaves, potentes y frugales. Más allá de su corazón mecánico, el Brava ofrecía una dotación correcta para su tiempo, centrada en la eficacia de la conducción con elementos como la dirección asistida o las barras estabilizadoras, sin las complejidades electrónicas actuales. Su enfoque era claro: la innovación estaba bajo el capó, al servicio de las sensaciones y la eficiencia.
Competencia
El Brava luchó en un campo de batalla dominado por titanes. Se enfrentó cara a cara con el intocable Volkswagen Golf IV y sus potentes TDI, con el dinámicamente superior Ford Focus de primera generación y con superventas como el Opel Astra G o el Renault Mégane. Frente a ellos, el Fiat Brava no solo competía en precio; jugaba la carta del corazón, ofreciendo un diseño con alma y un motor JTD que, en términos de refinamiento y entrega de potencia, miraba a muchos de sus rivales por encima del hombro.
Conclusión
El Fiat Brava JTD 105 fue un coche valiente y significativo. Demostró que un diésel podía ser emocionante y que un coche familiar no tenía por qué ser aburrido. Representa un punto álgido para Fiat, un momento en el que la ingeniería y el diseño italiano se unieron para crear un producto redondo, fiable y lleno de pasión. Aunque el tiempo lo haya podido eclipsar frente a otros nombres, su legado perdura en cada motor common-rail y en el recuerdo de una conducción diésel que, por primera vez, se sentía verdaderamente viva.




