Especificaciones y análisis del Ford B-MAX
Potencia
75CV
Par
185Nm
Consumo
4.1l/100
Emisiones
109g/km
0-100 km/h
16.5s
Vel. Máx.
157km/h
Peso
1307kg
Precio
17,550€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
318 L
48 L
55 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford B-MAX Titanium 1.5 TDCI 75 CV (2012)
Descripción general
El Ford B-MAX de 2012 no es solo un monovolumen compacto, es una declaración de intenciones. Nació de una idea brillante: eliminar el pilar central para crear un acceso sin precedentes al habitáculo. Con su motor diésel 1.5 TDCI de 75 CV, se presentó como el compañero urbano definitivo para la familia moderna, un vehículo que entiende y resuelve los desafíos del día a día con una solución que te roba una sonrisa cada vez que abres sus puertas.
Experiencia de conducción
Al volante, el B-MAX transmite una sensación de calma y control. Sus 75 caballos no están pensados para batir récords, sino para moverte con suavidad y una eficiencia admirable. El motor diésel responde con la solvencia justa para la ciudad, donde su agilidad y facilidad de conducción brillan. En carretera abierta, requiere paciencia y anticipación, recordándote que su propósito no es la velocidad, sino el viaje confortable y sereno. Es un coche que te invita a disfrutar del trayecto sin prisas, un refugio tranquilo en medio del ajetreo.
Diseño y estética
El diseño del Ford B-MAX es pura inteligencia funcional. Su silueta de monovolumen esconde el secreto mejor guardado: la ausencia del pilar B. Al abrir simultáneamente la puerta delantera y la trasera deslizante, se revela un enorme espacio de acceso de 1.5 metros que transforma por completo la experiencia de subir, bajar o colocar una silla infantil. Por dentro, su salpicadero, característico de Ford en esa época, es funcional y robusto. No es un coche que grite por atención, sino uno que te conquista silenciosamente con su lógica y practicidad abrumadoras.
Tecnología y características
La mayor proeza tecnológica del B-MAX no reside en una pantalla táctil, sino en la ingeniería de su chasis y sus puertas. Integrar el pilar de seguridad en las propias puertas fue un desafío estructural resuelto con maestría. Más allá de esta innovación, el acabado Titanium ofrecía un equipamiento correcto para 2012, con elementos de confort que hacían la vida a bordo más placentera. Su motor 1.5 TDCI, con inyección directa por conducto común, representaba una mecánica moderna y eficiente, centrada en la fiabilidad y el bajo consumo.
Competencia
En un segmento muy competido, el B-MAX se enfrentó a rivales de peso como el Opel Meriva, que también apostó por la innovación con sus puertas de apertura inversa, o el Citroën C3 Picasso, con su carisma y modularidad. También luchó contra el Nissan Note y la pareja formada por el Hyundai ix20 y el Kia Venga. Sin embargo, ninguno pudo replicar la sensación de libertad y el acceso diáfano que ofrecía el sistema de puertas del Ford, su verdadera y emocionante seña de identidad.
Conclusión
El Ford B-MAX es uno de esos coches que dejan huella, un valiente intento de reinventar el coche familiar urbano. Su motor de 75 CV es un aliado para el ahorro, aunque modesto en prestaciones. Pero su verdadero legado es la genialidad de su diseño sin pilar central, una solución que prioriza a las personas por encima de todo. Es un vehículo que se elige con la cabeza por su practicidad, pero que se acaba queriendo con el corazón por lo mucho que facilita la vida. Una joya de la ingeniería cotidiana.




