Especificaciones y análisis del Ford B-MAX
Potencia
95CV
Par
215Nm
Consumo
4l/100
Emisiones
104g/km
0-100 km/h
13.9s
Vel. Máx.
173km/h
Peso
1310kg
Precio
19,500€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
318 L
48 L
70 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford B-MAX Titanium X 1.6 TDCI 95 CV (2012-2015)
Descripción general
El Ford B-MAX no es un monovolumen pequeño más; es una declaración de intenciones sobre cómo entender la vida urbana en familia. Nacido en 2012, su llegada supuso una pequeña revolución gracias a una idea tan simple como genial: eliminar el pilar central para ofrecer un acceso al interior sin precedentes. Es un coche pensado desde la practicidad, un compañero fiel para el ajetreo diario que te conquista con su inteligencia.
Experiencia de conducción
Al volante del B-MAX con el motor 1.6 TDCI de 95 CV, la sensación es de control y eficiencia. No busques una aceleración que te pegue al asiento, sino la respuesta tranquila y solvente de un motor diésel lleno de par a bajas vueltas, perfecto para moverse con agilidad entre el tráfico. Su chasis, derivado del Fiesta, le otorga un comportamiento noble y predecible, con una suspensión que filtra bien las irregularidades sin renunciar a una agradable firmeza. Es un coche que transmite seguridad y te hace sentir que cada viaje, por corto que sea, es sencillo y confortable.
Diseño y estética
El diseño del B-MAX es la personificación de la funcionalidad. Su mayor proeza es el sistema de puertas 'Easy Access', con las traseras deslizantes y la ausencia de pilar B, que crea una apertura lateral de 1,5 metros. Cargar una silla infantil o simplemente entrar y salir se convierte en una experiencia liberadora. Por dentro, el acabado Titanium X viste con elegancia un salpicadero muy Ford de su época, funcional pero con una profusión de botones que hoy puede parecer abrumadora. A pesar de ello, la sensación de espacio y luminosidad es fantástica para su tamaño.
Tecnología y características
Tecnológicamente, el B-MAX se centraba en hacer la vida más fácil. El sistema de conectividad SYNC permitía controlar funciones por voz, un avance notable para la época. Su motor diésel, aunque sin sistema Start-Stop en esta versión, era un ejemplo de eficiencia con un consumo homologado de solo 4 litros a los cien. No deslumbraba con grandes pantallas, pero ofrecía soluciones inteligentes como el Active City Stop, capaz de frenar el coche automáticamente a baja velocidad para evitar colisiones, demostrando que la seguridad era su prioridad.
Competencia
En su lucha por el trono de los monovolúmenes urbanos, el B-MAX se enfrentó a rivales muy duros. El Opel Meriva le plantó cara con sus propias puertas de apertura inversa, mientras que el Citroën C3 Picasso apostaba por un diseño original y una gran modularidad. Otros contendientes como el Nissan Note o el Hyundai ix20 también ofrecían soluciones prácticas, pero ninguno pudo replicar la audaz y extremadamente útil propuesta de acceso sin barreras del Ford.
Conclusión
El Ford B-MAX es uno de esos coches que dejan huella por su ingenio. Es la compra racional que enamora por su corazón práctico. Su sistema de puertas es, sencillamente, una de las mejores soluciones jamás creadas para un coche familiar compacto. Aunque su rendimiento es modesto y su interior refleja el paso de los años, su funcionalidad y bajo consumo lo mantienen como una opción increíblemente sensata y especial en el mercado de segunda mano. Es un coche que no solo te lleva, sino que te cuida.




