Especificaciones y análisis del Ford C-MAX
Potencia
116CV
Par
280Nm
Consumo
5.4l/100
Emisiones
143g/km
0-100 km/h
11.2s
Vel. Máx.
188km/h
Peso
1465kg
Precio
19,310€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
473 L
55 L
85 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford C-Max Ghia 1.8 TDCi 115 CV (2007-2008)
Descripción general
El Ford C-MAX de 2007 en su acabado Ghia no es solo un monovolumen, es una declaración de intenciones. Representa una época en la que Ford supo combinar como nadie la practicidad familiar con el placer de conducir. Este coche fue concebido para el padre o madre de familia que no quería renunciar a sentir la carretera, ofreciendo un equilibrio casi perfecto entre espacio, confort y dinamismo.
Experiencia de conducción
Al volante, el C-MAX se siente sorprendentemente ágil y plantado, más cercano a un turismo que a un vehículo de su altura. El motor 1.8 TDCi de 115 CV empuja con una honestidad y una fuerza contundente desde bajas vueltas, convirtiéndolo en un compañero infatigable para largos viajes. La suspensión, con un esquema trasero de paralelogramo deformable, filtra las irregularidades con maestría pero sin aislarte de la carretera, transmitiendo una confianza y una seguridad que te invitan a disfrutar de cada curva. Es un coche que se siente sólido, seguro y dispuesto.
Diseño y estética
Bajo la filosofía 'Kinetic Design' de Ford, el C-MAX luce unas líneas fluidas y dinámicas que desafiaban la estética tradicional de los monovolúmenes. Su frontal afilado y su perfil ascendente le otorgan una presencia atlética. El interior es un santuario de la funcionalidad y la luz, con una postura de conducción elevada que domina el entorno y una calidad de materiales en el acabado Ghia que crea una atmósfera acogedora y distinguida. Cada detalle está pensado para hacer la vida a bordo más fácil y placentera.
Tecnología y características
Para su época, el acabado Ghia representaba un notable despliegue tecnológico centrado en el confort y la seguridad. Elementos como el climatizador automático, el control de crucero o un sistema de sonido de calidad superior eran parte de su encanto. Aunque hoy sus sistemas puedan parecer sencillos, en su momento ofrecían una experiencia de viaje avanzada y serena, donde la tecnología estaba al servicio del bienestar de los pasajeros sin abrumar al conductor.
Competencia
En un mercado dominado por gigantes como el Renault Scénic o el Citroën C4 Picasso, el Ford C-MAX se distinguió por su alma de conductor. Mientras sus competidores franceses apostaban por el confort absoluto y la modularidad extrema, el C-MAX ofrecía una alternativa para quienes buscaban una conexión más directa y emocionante con el asfalto, sin por ello sacrificar un ápice de la versatilidad que una familia necesita. Era la elección pasional dentro de un segmento racional.
Conclusión
El Ford C-MAX Ghia 1.8 TDCi es mucho más que un coche usado; es el recuerdo de una fórmula magistral. Un vehículo que demostró que se podía tener todo: espacio para los sueños de una familia y un chasis capaz de dibujarlos en la carretera. Es un coche noble, fiable y con un corazón que aún late con fuerza, ideal para quien valora la esencia de la conducción y la practicidad bien entendida.




