Especificaciones y análisis del Ford C-MAX
Potencia
136CV
Par
320Nm
Consumo
5.9l/100
Emisiones
159g/km
0-100 km/h
10.1s
Vel. Máx.
197km/h
Peso
-kg
Precio
23,860€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
FWD
5 / 5 puertas
473 L
55 L
100 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford C-MAX Titanium Sun 2.0 TDCi 136 CV Powershift (2010)
Descripción general
El Ford C-MAX de 2007, en su versión Titanium Sun con el motor 2.0 TDCi de 136 CV y el cambio Powershift, representa la culminación de una idea: un monovolumen no tiene por qué ser aburrido. Es un vehículo que nació para conquistar a las familias que buscaban espacio y versatilidad, pero que no querían renunciar al placer de sentir la carretera. Una propuesta audaz que combinaba un corazón potente con un traje práctico y elegante.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante de este C-MAX es una experiencia gratificante. El motor diésel de 136 CV y, sobre todo, sus 320 Nm de par, empujan con una contundencia que sorprende. La caja de cambios Powershift de doble embrague es su cómplice perfecta, ofreciendo transiciones suaves en conducción tranquila y una rapidez casi instantánea cuando se le exige. Se siente ágil, plantado en el asfalto gracias a un chasis excepcional que transmite confianza en cada curva, haciendo que olvides que conduces un coche familiar.
Diseño y estética
Visualmente, el C-MAX es un claro exponente del lenguaje de diseño 'Kinetic Design' de Ford. Sus líneas fluidas y dinámicas rompen con la estética tradicional de los monovolúmenes, otorgándole una presencia atlética. Por dentro, el espacio es el protagonista, con una modularidad pensada para el día a día y un maletero generoso. El acabado Titanium Sun añade un toque de distinción con detalles y un equipamiento que elevan la sensación de calidad y confort a bordo.
Tecnología y características
Para su época, este C-MAX estaba a la vanguardia. La joya de la corona era la transmisión Powershift, una tecnología de doble embrague que ofrecía lo mejor de dos mundos: la comodidad de un automático y la eficacia de un manual. El motor 2.0 TDCi, con su inyección por conducto común y turbo de geometría variable, era un prodigio de rendimiento y eficiencia. Elementos como el control de crucero o el climatizador automático completaban un paquete tecnológico muy completo.
Competencia
En un segmento tan competido, el Ford C-MAX se enfrentaba a gigantes como el Renault Scénic, el Citroën C4 Picasso o el Volkswagen Touran. Sin embargo, el C-MAX siempre jugó una carta que pocos podían igualar: un comportamiento dinámico superior. Mientras muchos rivales se centraban exclusivamente en el confort y el espacio, Ford demostró que era posible tenerlo todo, convirtiéndose en la elección predilecta de los conductores más pasionales.
Conclusión
El Ford C-MAX 2.0 TDCi Powershift es mucho más que un simple vehículo familiar; es una declaración de intenciones. Es la prueba de que la funcionalidad no está reñida con la emoción. Con un motor enérgico, un cambio brillante y un chasis que enamora, se posicionó como una de las opciones más redondas y satisfactorias de su categoría. Un coche que cuida de tu familia sin dejar de cuidarte a ti.




