Especificaciones y análisis del Ford C-MAX
Potencia
136CV
Par
320Nm
Consumo
5.8l/100
Emisiones
149g/km
0-100 km/h
9.6s
Vel. Máx.
200km/h
Peso
1491kg
Precio
20,871€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 6v
FWD
5 / 5 puertas
473 L
55 L
100 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford C-MAX Titanium 2.0 TDCi 136 CV (2008-2010)
Descripción general
El Ford C-MAX Titanium 2.0 TDCi de 136 CV no es un monovolumen cualquiera; es la declaración de intenciones de Ford para aquellas familias que se niegan a renunciar al placer de conducir. En una época dominada por la funcionalidad, este C-MAX irrumpió con un alma dinámica, ofreciendo un equilibrio casi perfecto entre el espacio que necesitas y la emoción que anhelas al volante.
Experiencia de conducción
Sentarse a sus mandos es descubrir una agilidad sorprendente para su tamaño. El motor 2.0 TDCi empuja con una fuerza contundente y elástica desde bajas vueltas, gracias a sus 320 Nm de par, convirtiendo adelantamientos y recuperaciones en un mero trámite. Su chasis, una obra maestra de Ford, te conecta con la carretera de una forma que pocos rivales lograban, ofreciendo una pisada firme y segura en curvas sin sacrificar el confort en el día a día. Es un coche que te hace sentir vivo, un cómplice de viaje más que un simple medio de transporte.
Diseño y estética
Visualmente, el C-MAX adoptó el lenguaje 'Kinetic Design' de Ford, transmitiendo movimiento incluso en parado. Sus líneas afiladas y su frontal agresivo lo distinguían de la competencia más sobria. El acabado Titanium elevaba la apuesta con llantas de 17 pulgadas y detalles cromados que le conferían una elegancia deportiva. Por dentro, el espacio es el protagonista, con soluciones inteligentes y una modularidad pensada para la vida familiar, pero todo envuelto en un puesto de conducción ergonómico que te abraza y te invita a disfrutar del camino.
Tecnología y características
Para su tiempo, el C-MAX Titanium venía cargado de tecnología que hacía la vida a bordo más fácil y segura. Elementos como el climatizador bizona, el control de crucero o los sensores de aparcamiento eran habituales en esta versión. Aunque su sistema de infoentretenimiento hoy nos parezca sencillo, cumplía su función con solvencia. Ford priorizó la seguridad activa y pasiva, construyendo un vehículo que no solo era divertido, sino también un refugio seguro para sus ocupantes.
Competencia
En el competitivo ruedo de los monovolúmenes compactos, el C-MAX se enfrentó a titanes como el Renault Scénic, el Citroën C4 Picasso o el Volkswagen Touran. Mientras sus rivales franceses apostaban por el confort absoluto y los alemanes por la sobriedad y la calidad percibida, el Ford C-MAX siempre jugó la carta de la dinámica de conducción. Era la elección pasional para quien aún recordaba con cariño las sensaciones de un compacto deportivo.
Conclusión
El Ford C-MAX 2.0 TDCi 136 CV es mucho más que un coche práctico; es una experiencia. Representa la compra inteligente para quien valora el comportamiento dinámico tanto como la versatilidad. Su potente y fiable motor diésel, combinado con un chasis excepcional y un diseño atractivo, lo convierten en un vehículo memorable. Es un coche que cumple con las obligaciones familiares sin pedirte que renuncies a la sonrisa en cada curva, un clásico moderno que dejó una huella imborrable.




