Especificaciones y análisis del Ford C-MAX
Potencia
145CV
Par
185Nm
Consumo
8.1l/100
Emisiones
189g/km
0-100 km/h
11.2s
Vel. Máx.
192km/h
Peso
-kg
Precio
20,314€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
FWD
5 / 5 puertas
473 L
55 L
107 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford C-MAX Titanium 2.0 145 CV Aut. (2008-2010)
Descripción general
El Ford C-MAX Titanium de 2007 no es solo un monovolumen, es una declaración de intenciones. Representa ese momento en el que Ford demostró que un coche familiar podía ser práctico y, al mismo tiempo, emocionante de conducir. Con su motor de 2.0 litros y 145 caballos, este C-MAX prometía un equilibrio perfecto entre la vida familiar y el placer al volante.
Experiencia de conducción
Sentarse al volante es redescubrir el placer de la conducción en un formato familiar. Los 145 CV del motor de gasolina se entregan de forma suave y progresiva, con un sonido que invita a disfrutar de la carretera. Aunque la caja automática de 4 velocidades puede sentirse algo anticuada, su funcionamiento es confortable para el día a día. Donde realmente brilla es en su chasis; hereda la agilidad de su hermano el Focus, ofreciendo una pisada firme y una dirección precisa que te hace olvidar que conduces un monovolumen. Es un coche que conecta contigo, transmitiendo seguridad y diversión a partes iguales.
Diseño y estética
El diseño 'Kinetic Design' de Ford cobra vida en el C-MAX, dotándolo de unas líneas dinámicas y fluidas que desafiaban la estética tradicional de los monovolúmenes. Su frontal afilado, la línea de cintura ascendente y las llantas de 17 pulgadas del acabado Titanium le conferían un aspecto atlético y sofisticado. No era un simple vehículo para transportar a la familia, era un coche que se disfrutaba también con la mirada, un objeto de diseño funcional y atractivo.
Tecnología y características
Para su época, el acabado Titanium representaba un salto tecnológico importante. Aunque hoy sus sistemas nos parezcan sencillos, elementos como el climatizador automático, el control de crucero o un sistema de sonido de calidad superior eran lujos que hacían cada viaje más placentero. La tecnología estaba al servicio del confort y la experiencia de conducción, sin las distracciones de las pantallas modernas, permitiendo una conexión más pura con la máquina y el entorno.
Competencia
En un mercado muy competido, el Ford C-MAX se enfrentaba a gigantes como el Renault Scénic, el Citroën C4 Picasso o el Volkswagen Touran. Mientras sus rivales franceses apostaban por el máximo confort y modularidad, y el alemán por la sobriedad y la calidad percibida, el C-MAX jugaba una carta única: la dinámica de conducción. Era la elección para el padre o madre de familia que no quería renunciar a sentir la carretera.
Conclusión
El Ford C-MAX 2.0 Titanium es un coche con alma. Es la prueba de que la practicidad no tiene por qué ser aburrida. Su combinación de espacio, un motor solvente y un chasis excepcional lo convierten en una opción memorable para quien valora la experiencia al volante tanto como la versatilidad. A pesar de un consumo que refleja su edad y una caja de cambios superada, el recuerdo que deja es el de un compañero de viaje fiel, divertido y sorprendentemente ágil.




