Especificaciones y análisis del Ford C-MAX
Potencia
140CV
Par
320Nm
Consumo
5.6l/100
Emisiones
149g/km
0-100 km/h
10.1s
Vel. Máx.
200km/h
Peso
1550kg
Precio
23,250€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
FWD
5 / 5 puertas
471 L
60 L
103 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford C-MAX Titanium 2.0 TDCi 140 CV PowerShift (2010-2012)
Descripción general
El Ford C-MAX de 2011 no es un monovolumen cualquiera; es la respuesta de Ford para aquellos padres y madres de familia que se niegan a renunciar al placer de conducir. En su versión Titanium con el motor 2.0 TDCi de 140 CV y el cambio automático PowerShift, este coche representa un equilibrio casi perfecto entre la funcionalidad que exige el día a día y la emoción que anhela el corazón al volante.
Experiencia de conducción
Ponerse a los mandos de este C-MAX es una experiencia reveladora. El motor diésel de 140 caballos empuja con una contundencia y suavidad que sorprenden, gracias a un par motor generoso disponible desde muy bajas vueltas. La caja PowerShift de doble embrague es su cómplice perfecta, encadenando marchas con una rapidez y fluidez que transforman cada trayecto. Pero donde realmente enamora es en las curvas. Su chasis, una obra maestra de Ford, ofrece una agilidad y un aplomo más propios de un turismo compacto que de un vehículo familiar, transmitiendo una confianza que invita a disfrutar de la carretera.
Diseño y estética
Visualmente, el C-MAX escapa de las formas cuadradas y aburridas del segmento. Su diseño 'Kinetic Design' le confiere unas líneas fluidas y musculosas, con un frontal afilado y una silueta dinámica que transmiten movimiento incluso en parado. Por dentro, el habitáculo te acoge con un diseño moderno y envolvente. Aunque la consola central puede parecer abrumadora al principio por su cantidad de botones, todo está al alcance y la sensación de calidad de los materiales y ajustes es notable, especialmente en este acabado Titanium, que añade un extra de refinamiento.
Tecnología y características
Para su época, el C-MAX Titanium venía cargado de tecnología pensada para hacer la vida más fácil y segura. El cambio PowerShift es, sin duda, la joya de la corona, ofreciendo un confort y una eficacia superiores a los convertidores de par tradicionales. A esto se suman elementos como el climatizador bizona, el control de crucero o un sistema de audio de calidad. Aunque hoy echemos en falta pantallas más grandes o conectividad avanzada, su dotación tecnológica era completa y funcional, centrada en lo verdaderamente importante: el confort y la experiencia de conducción.
Competencia
En un mercado muy competido, el Ford C-MAX se enfrentaba a gigantes como el Renault Scénic, el Citroën C4 Picasso o el Volkswagen Touran. Mientras sus rivales franceses apostaban por un confort de marcha superlativo y una modularidad interior ingeniosa, y el alemán por la sobriedad y la calidad percibida, el C-MAX jugaba una carta diferente: la del dinamismo. Ninguno de sus competidores directos lograba ofrecer una experiencia de conducción tan gratificante y ágil, convirtiéndose en la elección predilecta del conductor entusiasta.
Conclusión
El Ford C-MAX 2.0 TDCi PowerShift es mucho más que un simple vehículo familiar; es una declaración de intenciones. Es la prueba de que se puede tener espacio, versatilidad y un consumo razonable sin sacrificar la pasión por la conducción. Su brillante chasis, combinado con un conjunto motor-cambio solvente y enérgico, lo convierten en una de las opciones más redondas y emocionalmente satisfactorias de su categoría. Un coche que cumple con la razón y conquista con el corazón.




