Especificaciones y análisis del Ford Fiesta
Potencia
75CV
Par
140Nm
Consumo
5.3l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
14.3s
Vel. Máx.
168km/h
Peso
1154kg
Precio
12,980€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
250 L
40 L
55 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford Fiesta Ghia 1.8 TDdi 5p · 75 CV (1999-2002)
Descripción general
El Ford Fiesta de 1999 es más que un coche; es el recuerdo de una época, un compañero fiel que motorizó a miles de familias. En su versión Ghia con el motor 1.8 TDdi, representaba el equilibrio perfecto entre la economía de un diésel robusto y el confort de un utilitario bien equipado, listo para conquistar la ciudad y la carretera con una honestidad mecánica que hoy se echa de menos.
Experiencia de conducción
Conducir este Fiesta es un viaje nostálgico. Sus 75 caballos no buscan récords, pero el empuje del motor diésel a bajas vueltas te saca una sonrisa en el tráfico diario. Sientes la carretera a través de su dirección directa y el cambio manual de 5 velocidades te hace partícipe de la conducción. Es un coche que no te aísla, sino que te conecta con la mecánica y el asfalto, todo ello con un consumo ridículamente bajo que te hace sentir inteligente en cada repostaje.
Diseño y estética
Su diseño es un reflejo de finales de los 90: formas redondeadas, funcionales y sin estridencias. El 'New Edge' de Ford se insinúa en sus faros y líneas, dándole una personalidad amigable y reconocible. La carrocería de 5 puertas y el acabado Ghia añadían un toque de practicidad y elegancia, con detalles que lo distinguían como un utilitario que aspiraba a más, un pequeño gran coche con un encanto atemporal.
Tecnología y características
La joya de la corona tecnológica de este modelo era su motor 1.8 TDdi. La inyección directa y el turbo eran una declaración de intenciones en su segmento, ofreciendo una eficiencia y una respuesta que marcaron un antes y un después en los diésel pequeños. Más allá del motor, su tecnología era la de la simplicidad: la necesaria para funcionar de manera fiable y sin complicaciones, un recordatorio de que a veces, menos es más.
Competencia
En su apogeo, el Fiesta se enfrentó a una competencia feroz. Gigantes como el Opel Corsa, el Renault Clio, el Peugeot 206 o el Volkswagen Polo luchaban por el trono del utilitario perfecto. Cada uno tenía su carácter, pero el Fiesta siempre destacó por su excelente puesta a punto del chasis y un tacto de conducción que enamoraba a quienes disfrutaban al volante.
Conclusión
El Ford Fiesta Ghia 1.8 TDdi no es solo un coche antiguo, es un símbolo de durabilidad, economía y placer de conducción sencillo. Representa una filosofía automovilística que priorizaba la conexión entre el conductor y la máquina. Un vehículo honesto y trabajador que, incluso hoy, evoca un profundo sentimiento de cariño y respeto por su nobleza y fiabilidad.




