Ford Focus Sedan Ghia 1.6 TDCi 109cv CVT (2006-2007)

2005
Gasóleo
FWD
Automático Múltiplesv
Ford Focus - Vista 1
Ford Focus - Vista 2
Ford Focus - Vista 3
Ford Focus - Vista 4

Especificaciones y análisis del Ford Focus

Potencia

109CV

Par

240Nm

Consumo

5.6l/100

Emisiones

149g/km

0-100 km/h

11.6s

Vel. Máx.

190km/h

Peso

1394kg

Precio

20,205

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Automático Múltiplesv

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

526 L

Depósito

55 L

Potencia

80 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima109 CV / 80 kW
Par máximo240 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónAutomático Múltiplesv

Capacidades

Depósito55 L
Maletero526 L

Análisis detallado del Ford Focus Sedan Ghia 1.6 TDCi 109cv CVT (2006-2007)

Descripción general

El Ford Focus Sedan de 2006 es más que un simple coche; es el recuerdo de una época en la que las berlinas compactas dominaban las carreteras con una mezcla perfecta de elegancia y practicidad. Este modelo, en su acabado Ghia, representaba el equilibrio ideal para la familia, ofreciendo un motor diésel eficiente y la comodidad de un cambio automático, todo envuelto en una carrocería que prometía espacio y confort para cada viaje.

Experiencia de conducción

Al volante, este Focus te envuelve en una sensación de suavidad y control. El motor 1.6 TDCi de 109 caballos, aunque no es un portento de deportividad, empuja con una solvencia admirable gracias a su buen par motor desde bajas vueltas. La transmisión CVT elimina los tirones, creando una marcha fluida y relajada, ideal para la ciudad y largos trayectos por autopista. Pero donde realmente brilla es en su chasis; la suspensión multibrazo trasera, una joya en su segmento, le otorga un aplomo y una agilidad que te hacen sentir conectado a la carretera, transmitiendo una confianza y un placer de conducción que pocos rivales podían igualar.

Diseño y estética

El diseño del Focus Sedan de segunda generación es una declaración de madurez. Sus líneas son fluidas y proporcionadas, creando una silueta clásica y atemporal que ha envejecido con dignidad. El acabado Ghia añade un toque de distinción con detalles cromados y un interior más cuidado. Dentro, el espacio es el protagonista, con una habitabilidad generosa tanto delante como detrás. El salpicadero, aunque de plásticos duros, es funcional y ergonómico. Y su maletero, con unos impresionantes 526 litros, es una cueva capaz de engullir el equipaje de toda la familia sin queja alguna.

Tecnología y características

Para su tiempo, este Focus incorporaba soluciones interesantes. El corazón del coche, el motor diésel con inyección por conducto común, era moderno y eficiente. La gran apuesta tecnológica era su caja de cambios CVT, que buscaba optimizar el consumo y ofrecer una suavidad de marcha superior a las cajas automáticas convencionales. El equipamiento del acabado Ghia solía incluir climatizador, control de velocidad y un sistema de audio de mayor calidad, elementos que aportaban un gran confort y lo situaban un peldaño por encima de las versiones más básicas.

Competencia

En un mercado ferozmente competido, el Ford Focus Sedan se enfrentaba a titanes como el Volkswagen Jetta, conocido por su sobriedad y calidad de construcción, el Renault Mégane Sedan, que apostaba por el diseño y el confort, o el Opel Astra Sedan. Frente a ellos, el Focus jugaba la carta de la dinámica de conducción. Ninguno de sus competidores directos lograba transmitir esa conexión tan especial entre el conductor, la máquina y el asfalto, convirtiéndolo en la elección de aquellos que, incluso en una berlina familiar, no querían renunciar al placer de conducir.

Conclusión

El Ford Focus Sedan 1.6 TDCi CVT es un coche que deja una huella de honestidad y buen hacer. Es un vehículo increíblemente polivalente, que cumplía con creces como coche familiar gracias a su espacio y bajo consumo, pero que además regalaba una experiencia de conducción gratificante y segura. Representa una filosofía de diseño centrada en el conductor que Ford supo ejecutar a la perfección. Hoy, es un youngtimer que evoca nostalgia y demuestra que un coche práctico no tiene por qué ser aburrido.