Especificaciones y análisis del Ford Focus
Potencia
100CV
Par
170Nm
Consumo
4.9l/100
Emisiones
112g/km
0-100 km/h
12.6s
Vel. Máx.
187km/h
Peso
1302kg
Precio
16,450€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 4 puertas
475 L
55 L
73.5 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford Focus Sedán Trend 1.0 EcoBoost Auto-Start-Stop 100 CV (2012)
Descripción general
El Ford Focus Sedán de 2011 con el motor 1.0 EcoBoost no es solo un coche, es una declaración de intenciones. Representa ese momento en que Ford demostró al mundo que un motor diminuto de tres cilindros podía mover con una soltura y alegría inesperadas una berlina familiar, combinando practicidad y un corazón lleno de carácter.
Experiencia de conducción
Al volante, la sorpresa es mayúscula. Esos 100 caballos se sienten vivos y enérgicos gracias a un turbo que empuja desde muy abajo. No busca batir récords, pero su agilidad y la conexión que transmite su chasis son adictivas. La suspensión, un equilibrio magistral entre confort y dinamismo, te invita a disfrutar de cada curva, sintiendo un coche noble y predecible que te saca una sonrisa sin que te des cuenta.
Diseño y estética
Su diseño 'Kinetic Design' le otorgó una silueta fluida y atlética, que en la versión sedán se traduce en una elegancia discreta y un maletero inmenso de 475 litros. Por dentro, aunque su salpicadero lleno de botones hoy parezca de otra época, la sensación es de solidez y buena construcción. Es un coche diseñado con inteligencia, donde la forma sigue a una función pensada para la vida real.
Tecnología y características
La verdadera joya tecnológica reside bajo el capó: el revolucionario motor 1.0 EcoBoost. Un propulsor que lo cambió todo con su inyección directa, turbo y sistema Start-Stop, ofreciendo un consumo de solo 4.9 l/100km. Aunque no encontrarás pantallas gigantes, su tecnología se centró en lo que de verdad importa: la eficiencia mecánica y una dinámica de conducción excepcional para su tiempo.
Competencia
En su día, se enfrentó a gigantes como el Volkswagen Jetta o el Opel Astra Sedán. Sin embargo, el Focus siempre jugó una carta diferente. Mientras otros apostaban por la sobriedad, el Ford ofrecía una experiencia de conducción más pasional y un motor que era una pequeña obra de ingeniería, logrando destacar por su alma y su eficiencia.
Conclusión
Este Focus Sedán es mucho más que la suma de sus partes. Es un coche honesto, brillante en su concepción y tremendamente satisfactorio de conducir. Representa una ingeniería valiente que priorizó las sensaciones y la eficiencia sin sacrificar el espacio. Un vehículo que, incluso hoy, se siente increíblemente competente y deja un recuerdo de equilibrio y placer al volante.




