Especificaciones y análisis del Ford Focus
Potencia
163CV
Par
340Nm
Consumo
5l/100
Emisiones
129g/km
0-100 km/h
8.7s
Vel. Máx.
220km/h
Peso
1429kg
Precio
22,450€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 6v
FWD
5 / 4 puertas
475 L
60 L
120 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford Focus Sedan Titanium 2.0 TDCi 163 CV (2011-2012)
Descripción general
El Ford Focus Sedán de 2011 en su acabado Titanium y con el motor 2.0 TDCi de 163 CV no es solo una berlina compacta, es una declaración de intenciones. Representa ese equilibrio casi perfecto entre la funcionalidad que una familia necesita y la emoción que un conductor anhela, un coche que te invita a tomar el camino más largo a casa.
Experiencia de conducción
Al volante, las sensaciones son inmediatas y gratificantes. El empuje de sus 340 Nm de par se siente contundente desde bajas vueltas, lanzándote con una agilidad sorprendente para una berlina diésel. La caja de cambios manual de seis velocidades es precisa y el chasis, una obra maestra de Ford, comunica todo lo que pasa bajo las ruedas. Es un coche que se siente ágil, estable y increíblemente plantado en la carretera, transmitiendo una confianza que te hace sonreír en cada curva.
Diseño y estética
Su diseño, heredero del lenguaje 'Kinetic Design' de Ford, combina líneas fluidas y una silueta atlética que ha envejecido con una dignidad admirable. La versión sedán añade un toque de elegancia y madurez, con una zaga bien integrada que alberga un generoso maletero de 475 litros. Por dentro, el puesto de conducción te envuelve, con una consola central que, aunque profusa en botones para los estándares actuales, te hace sentir al mando de una máquina sofisticada.
Tecnología y características
Para su época, el Focus Titanium era un escaparate tecnológico. Más allá del motor common-rail Euro 5, contaba con elementos como la dirección asistida eléctrica y un chasis con suspensión trasera multibrazo, soluciones que afinaban su comportamiento dinámico. El equipamiento Titanium aseguraba un alto nivel de confort y conectividad, demostrando que un coche generalista podía ofrecer una experiencia premium.
Competencia
En un mercado muy competido, se enfrentó a gigantes como el Volkswagen Jetta, el Opel Astra Sedán o el Renault Mégane Sedán. Mientras algunos rivales apostaban por la sobriedad o el confort puro, el Focus se desmarcó ofreciendo una dinámica de conducción superior y un alma más pasional, convirtiéndose en la elección predilecta para aquellos que valoraban las sensaciones al volante por encima de todo.
Conclusión
El Ford Focus Sedán 2.0 TDCi 163 CV es mucho más que un simple medio de transporte. Es un coche con alma, un compañero de viaje fiable y emocionante que demuestra que la practicidad no tiene por qué estar reñida con la diversión. Una berlina redonda, potente y eficiente que dejó una huella imborrable por su excepcional comportamiento y su carácter polifacético.




