Especificaciones y análisis del Ford Focus
Potencia
101CV
Par
145Nm
Consumo
7.8l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
12.2s
Vel. Máx.
173km/h
Peso
1189kg
Precio
18,230€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
FWD
5 / 5 puertas
350 L
55 L
74 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford Focus 5p Ghia 1.6 Aut. · 101 CV (1998-2004)
Descripción general
El Ford Focus de 1998 no fue solo un coche, fue una declaración de intenciones. Llegó para romper con lo establecido, un soplo de aire fresco en un segmento a menudo predecible. Su aparición redefinió lo que un coche compacto podía ser, combinando un diseño audaz con una dinámica de conducción que enamoró a toda una generación y marcó un antes y un después para Ford.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante de este Focus es redescubrir el placer de conducir en su forma más pura. Sus 101 caballos, gestionados por una suave caja automática de convertidor de par, ofrecen una respuesta honesta y progresiva. No busca récords de velocidad, sino transmitir confianza. Su chasis, con una puesta a punto excepcional para la época, te conecta con el asfalto de una manera que pocos compactos lograban, regalando un equilibrio sublime entre agilidad en curvas y confort en el día a día.
Diseño y estética
Visualmente, el Focus fue una revolución gracias al lenguaje de diseño 'New Edge'. Sus líneas tensas, arcos de rueda marcados y, sobre todo, sus faros y pilotos traseros elevados y angulosos, crearon una silueta inconfundible y futurista. Era un coche que no pedía permiso para destacar, un diseño valiente que ha envejecido con una dignidad y un carácter que todavía hoy giran cabezas.
Tecnología y características
Bajo su piel, la tecnología del Focus era tan inteligente como su diseño. El motor 1.6 de aluminio era ligero y eficiente para su tiempo, mientras que la suspensión delantera McPherson y un eje trasero multibrazo (una rareza en su clase) eran el secreto de su aclamado comportamiento. Aunque la caja automática de 4 velocidades hoy nos parezca sencilla, en su momento ofrecía un confort de marcha muy valorado, haciendo de la conducción urbana una experiencia relajada.
Competencia
En su lanzamiento, el Focus se enfrentó a titanes como el Volkswagen Golf IV, el Opel Astra G y el Renault Mégane. Mientras sus competidores apostaban por la sobriedad o el confort, el Ford les plantó cara con un arma secreta: una experiencia de conducción inigualable. Ninguno de sus rivales directos podía igualar su agilidad y la comunicación que transmitía su dirección, convirtiéndolo en la elección de quienes amaban sentir la carretera.
Conclusión
El Ford Focus de primera generación es mucho más que un coche antiguo; es un icono que democratizó la diversión al volante. Representa una época en la que la ingeniería y la pasión se unieron para crear un producto redondo, práctico y emocionante. Un coche que no solo te llevaba a tu destino, sino que te hacía disfrutar inmensamente del viaje, dejando una huella imborrable en la historia del automóvil.




