Especificaciones y análisis del Ford Focus
Potencia
109CV
Par
240Nm
Consumo
4.8l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
10.9s
Vel. Máx.
188km/h
Peso
1352kg
Precio
17,765€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
385 L
55 L
80 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford Focus 5p 1.6 TDCi 109 CV Sport (2004-2005)
Descripción general
El Ford Focus de segunda generación llegó para consolidar el éxito de su predecesor, y esta versión 1.6 TDCi de 109 CV con acabado Sport era la encarnación del equilibrio perfecto. Representaba la promesa de un coche para todo: económico en el día a día gracias a su motor diésel, pero con el alma y el chasis que siempre han hecho de un Focus algo más que un simple medio de transporte. Era el compacto que te hacía sonreír en cada curva sin castigar tu bolsillo en la gasolinera.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante de este Focus es redescubrir el placer de conducir. Su chasis, con una aclamada suspensión trasera de paralelogramo deformable, te transmite una confianza absoluta. Se siente ágil, preciso y plantado en el asfalto, invitándote a enlazar curvas con una fluidez sorprendente. El motor 1.6 TDCi, con sus 109 CV y 240 Nm de par, empuja con decisión desde bajas vueltas, ofreciendo una respuesta más que suficiente para el día a día y para viajar con soltura. No es un deportivo puro, pero la conexión que establece con el conductor es genuina y adictiva.
Diseño y estética
Su diseño fue una evolución madura y atlética del 'New Edge' original. Las líneas se suavizaron, pero sin perder carácter. La carrocería de 5 puertas mostraba una silueta robusta y bien proporcionada, con una anchura generosa que le daba una gran presencia. Elementos como los faros afilados y los pilotos traseros elevados se convirtieron en su seña de identidad. El acabado Sport añadía ese toque picante con llantas de 16 pulgadas y detalles específicos que realzaban su naturaleza dinámica, creando un conjunto visualmente atractivo y atemporal.
Tecnología y características
En su época, la tecnología de este Focus estaba centrada en la eficiencia y la seguridad. El corazón del coche, su motor diésel con inyección directa por conducto común y turbo de geometría variable, era una pieza de ingeniería moderna que lograba consumos muy bajos para su rendimiento. Aunque hoy su equipamiento nos parezca básico, contaba con lo esencial para un viaje seguro y confortable, como ABS y, en muchos casos, control de estabilidad. Era tecnología al servicio de la conducción, sin distracciones superfluas.
Competencia
En 2005, la batalla en el segmento de los compactos era encarnizada. El Focus se medía cara a cara con titanes como el Volkswagen Golf, el SEAT León, el Renault Mégane, el Peugeot 307 y el Opel Astra. Mientras algunos rivales apostaban por un mayor confort o un diseño más vanguardista, el Ford Focus siempre jugó la carta de la dinámica de conducción. Era, y para muchos sigue siendo, la referencia en comportamiento dinámico, el coche que elegías si de verdad te gustaba conducir.
Conclusión
El Ford Focus 1.6 TDCi 109 CV Sport es mucho más que un coche usado; es un pedazo de la historia del automovilismo popular bien hecho. Un vehículo que demostró que la practicidad y la economía no tienen por qué estar reñidas con las emociones. Su brillante chasis y un motor voluntarioso lo convierten en una opción inteligente y pasional incluso a día de hoy. Es el recordatorio de que, a veces, la fórmula más sencilla, ejecutada con maestría, es la que deja una huella imborrable.




