Especificaciones y análisis del Ford Focus
Potencia
145CV
Par
185Nm
Consumo
8l/100
Emisiones
192g/km
0-100 km/h
10.7s
Vel. Máx.
193km/h
Peso
1361kg
Precio
20,540€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
FWD
5 / 5 puertas
385 L
55 L
107 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford Focus Berlina Titanium 2.0 145cv Aut. (2006-2007)
Descripción general
El Ford Focus de segunda generación se erigió como una referencia en su categoría, y esta versión con el motor 2.0 de 145 caballos y cambio automático representa un equilibrio fascinante. Es un coche que prometía no solo ser un práctico compacto familiar, sino también ofrecer una chispa de emoción y un confort de marcha superior, encapsulando el espíritu de una época en la que el placer de conducir era un pilar fundamental en el diseño de un Ford.
Experiencia de conducción
Al volante, el Focus transmite una confianza abrumadora. Su chasis es la verdadera estrella, con una suspensión trasera independiente que dibuja las curvas con una precisión y aplomo que te hacen sentir conectado directamente al asfalto. El motor de 145 CV empuja con solvencia y un sonido agradable, aunque la caja de cambios automática de cuatro velocidades suaviza su carácter, priorizando un viaje relajado sobre la deportividad pura. Es un coche que se siente ágil, seguro y sorprendentemente cómodo, una delicia para quien valora una puesta a punto excepcional.
Diseño y estética
Visualmente, este Focus es un claro exponente del lenguaje de diseño 'Kinetic Design' de Ford. Sus líneas son más afiladas y dinámicas que las de su predecesor, proyectando una imagen de movimiento y solidez que ha envejecido con notable dignidad. Por dentro, el espacio es generoso y la ergonomía está bien resuelta, pero se percibe el paso del tiempo en la abundancia de plásticos duros, un rasgo común de su generación. El acabado Titanium, no obstante, aportaba un toque de distinción y un equipamiento más completo que elevaba la sensación de calidad.
Tecnología y características
En su contexto histórico, el Focus estaba bien posicionado. Su mayor proeza tecnológica residía en el chasis multibrazo trasero, un elemento no tan común en el segmento que marcaba la diferencia en comportamiento. El motor Duratec 2.0 es una mecánica robusta y probada, aunque su consumo no es el más contenido. El punto más controvertido es la transmisión automática de solo cuatro marchas, una solución sencilla y fiable pero que se sentía un paso por detrás de sus rivales en eficiencia y rapidez de respuesta.
Competencia
En su época, el Ford Focus se enfrentó a gigantes como el Volkswagen Golf V, el SEAT León II, el Opel Astra H o el Renault Mégane II. Mientras que algunos rivales le superaban en calidad de acabados interiores o en la modernidad de sus transmisiones, el Focus siempre se guardaba un as en la manga: su incomparable dinámica de conducción. Era, y para muchos sigue siendo, el coche a batir en una carretera de curvas, el que ofrecía una sonrisa más grande al conductor.
Conclusión
Este Ford Focus es mucho más que un simple coche compacto de mediados de los 2000. Es la prueba de que un vehículo práctico para el día a día puede albergar un alma deportiva y gratificante. A pesar de una transmisión que no le hace justicia y un interior funcional pero sobrio, su brillante chasis y su motor voluntarioso lo convierten en una opción increíblemente satisfactoria. Es un coche con corazón, un futuro clásico popular que enamora por cómo se siente en la carretera.




