Especificaciones y análisis del Ford Galaxy
Potencia
163CV
Par
340Nm
Consumo
6l/100
Emisiones
159g/km
0-100 km/h
10.4s
Vel. Máx.
200km/h
Peso
1731kg
Precio
33,413€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
FWD
7 / 5 puertas
830 L
70 L
120 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford Galaxy Titanium 2.0 TDCi 163 CV Powershift (2010)
Descripción general
El Ford Galaxy de 2010 no es solo un monovolumen, es un santuario rodante para la familia viajera. Con su acabado Titanium, su potente motor diésel de 163 CV y el cambio automático Powershift, se presentaba como el compañero ideal para devorar kilómetros, prometiendo espacio, confort y la capacidad de crear recuerdos inolvidables en cada trayecto.
Experiencia de conducción
Al volante, el Galaxy transmite una sensación de poder sereno y control absoluto. El motor 2.0 TDCi empuja con una fuerza contundente pero progresiva, perfectamente gestionada por la caja Powershift de doble embrague, que ofrece cambios rápidos y casi imperceptibles. A pesar de su tamaño, se siente ágil y sorprendentemente estable en curvas, con una suspensión que filtra las imperfecciones del asfalto como si flotara sobre ellas. Es una experiencia de conducción que inspira confianza y una profunda tranquilidad, haciendo que los viajes largos sean un auténtico placer.
Diseño y estética
Su diseño exterior es una declaración de intenciones: funcional, pero con una elegancia que lo aleja de la típica furgoneta. Las líneas fluidas y el frontal característico de Ford le otorgan una presencia imponente. Sin embargo, es en su interior donde el corazón del Galaxy late con más fuerza. Un espacio cavernoso y modular con siete plazas reales, materiales de buena calidad en el acabado Titanium y una luminosidad que invita a pasar horas dentro. Cada detalle está pensado para la vida familiar, para la comodidad y la versatilidad.
Tecnología y características
Para su época, el Galaxy Titanium venía bien equipado. El mayor protagonista tecnológico era sin duda la transmisión Powershift, que representaba un salto cualitativo en confort y eficiencia frente a los automáticos convencionales. Contaba también con sistemas de infoentretenimiento funcionales, climatizador y un completo equipamiento de seguridad activa y pasiva. Aunque hoy sus pantallas y menús puedan parecer sencillos, en su momento ofrecía todo lo necesario para un viaje conectado y seguro.
Competencia
En el competitivo segmento de los grandes monovolúmenes, el Ford Galaxy se enfrentaba a titanes como el SEAT Alhambra y el Volkswagen Sharan, sus rivales más directos por concepto y calidad. También competía con el innovador Renault Espace, un referente en modularidad y diseño, y con el Chrysler Voyager, que ofrecía una visión más americana del transporte familiar. El Galaxy se distinguía por un comportamiento dinámico superior y un equilibrio muy logrado entre confort y agilidad.
Conclusión
El Ford Galaxy Titanium 2.0 TDCi Powershift es mucho más que un simple vehículo; es una máquina de fabricar experiencias. Representa la libertad de viajar sin compromisos de espacio o comodidad, con la seguridad de un motor robusto y un chasis bien afinado. Es la elección del corazón para quienes entienden que el viaje es tan importante como el destino, un refugio familiar que deja una huella de fiabilidad, confort y momentos compartidos.




