Especificaciones y análisis del Ford Galaxy
Potencia
163CV
Par
340Nm
Consumo
6l/100
Emisiones
159g/km
0-100 km/h
10.4s
Vel. Máx.
200km/h
Peso
1731kg
Precio
40,700€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
FWD
7 / 5 puertas
830 L
70 L
120 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford Galaxy Titanium X 2.0 TDCi 163 CV Powershift (2013-2014)
Descripción general
El Ford Galaxy 2.0 TDCi 163 CV Powershift se erige como el monovolumen familiar por excelencia, una oda al espacio y al confort para los grandes viajes. En su versión Titanium X, combina un potente y eficiente motor diésel con una suave transmisión automática de doble embrague, posicionándose como una opción premium y sumamente capaz para las familias que no renuncian a nada.
Experiencia de conducción
Al volante, la sensación es de dominio y aplomo absoluto. Los 163 caballos y, sobre todo, los 340 Nm de par, mueven su considerable masa con una soltura que inspira confianza, haciendo que cada adelantamiento sea seguro y cada pendiente, un mero trámite. La caja Powershift trabaja con una delicadeza exquisita, enlazando marchas sin que apenas te des cuenta. No es un deportivo, pero su chasis te conecta con la carretera, ofreciendo una estabilidad en autopista que te hace sentir a los mandos de un tren de alta velocidad, devorando kilómetros con una comodidad imperial.
Diseño y estética
El diseño del Galaxy es una clase magistral de funcionalidad y elegancia. Sus líneas, enmarcadas en el lenguaje 'Kinetic Design' de Ford, fluyen con un dinamismo que disimula sus generosas dimensiones, evitando la estética de 'caja' de algunos de sus rivales. Las enormes superficies acristaladas inundan de luz un habitáculo cavernoso, creando una atmósfera de libertad y espacio. El acabado Titanium X añade ese toque de distinción con llantas de 17 pulgadas y detalles cromados que lo elevan por encima de un simple vehículo práctico.
Tecnología y características
Para su época, este Galaxy estaba a la vanguardia de la tecnología útil. El corazón tecnológico es su transmisión Powershift de doble embrague, que ofrecía una respuesta y eficiencia superiores a los convertidores de par tradicionales. Aunque carece de las pantallas táctiles gigantes actuales, su sistema de infoentretenimiento era completo y la instrumentación clara. La verdadera tecnología residía en su chasis, con una suspensión trasera de paralelogramo deformable que garantizaba un confort de marcha y un comportamiento dinámico excepcionales para un siete plazas.
Competencia
En el campo de batalla de los grandes monovolúmenes, el Ford Galaxy se enfrentaba a titanes como el SEAT Alhambra y el Volkswagen Sharan, maestros de la practicidad con sus puertas correderas. También competía con el Renault Espace, siempre un paso por delante en innovación y diseño modular, y el Citroën C8. Frente a ellos, el Galaxy siempre jugó la carta de una experiencia de conducción superior, sintiéndose más como una berlina grande que como un monovolumen.
Conclusión
El Ford Galaxy Titanium X es mucho más que un coche familiar; es un pasaporte a la aventura y a los recuerdos imborrables. Logra un equilibrio casi perfecto entre una versatilidad y un espacio interior colosales y un placer de conducción que raramente se encuentra en esta categoría. Su motor robusto y su comportamiento en carretera lo convierten en el cómplice ideal para quienes valoran tanto el destino como el propio viaje. Una máquina soberbia que representa la cumbre de una era dorada para los monovolúmenes.




