Especificaciones y análisis del Ford Puma
Potencia
125CV
Par
157Nm
Consumo
7.4l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
9.2s
Vel. Máx.
203km/h
Peso
1040kg
Precio
18,331€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
4 / 2 puertas
240 L
42 L
92 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford Puma 1.7 · 125 CV (1997-2002)
Descripción general
El Ford Puma de 1997 no era simplemente un coche, era una declaración de intenciones. En una época de diseños conservadores, Ford se atrevió a lanzar este pequeño coupé deportivo basado en la plataforma del Fiesta, prometiendo una experiencia de conducción pura y un estilo que rompía moldes. Fue un soplo de aire fresco que capturó el corazón de quienes buscaban emociones al volante sin renunciar a la practicidad diaria.
Experiencia de conducción
Ponerse a los mandos del Puma 1.7 es redescubrir el placer de conducir. Su motor de 125 CV, desarrollado en colaboración con Yamaha, sube de vueltas con una alegría contagiosa, emitiendo un sonido que enamora. Gracias a su bajo peso de apenas 1040 kg y un chasis excepcionalmente afinado, el coche se siente ágil, directo y comunicativo. Cada curva se convierte en una invitación a jugar, con una dirección precisa y una caja de cambios manual de 5 velocidades que te hace sentir parte de la mecánica. Es una máquina de generar sonrisas, un kart carrozado que te conecta directamente con el asfalto.
Diseño y estética
El diseño 'New Edge' de Ford encontró su máxima expresión en el Puma. Sus líneas afiladas, los pasos de rueda musculosos y, sobre todo, sus icónicos faros almendrados, le conferían una apariencia felina y futurista que sigue girando cabezas a día de hoy. Era un coche compacto pero con una presencia imponente, una escultura en movimiento que demostraba que un vehículo asequible podía ser también una obra de arte. El interior, más sobrio y compartido con el Fiesta, quedaba en un segundo plano ante una carrocería tan carismática.
Tecnología y características
Aunque hoy su tecnología nos parezca sencilla, el corazón del Puma era avanzado para su tiempo. El motor 1.7 Zetec-SE con bloque de aluminio y distribución variable era una joya de la ingeniería que le otorgaba un rendimiento brillante y eficiente. Sin embargo, la verdadera proeza tecnológica residía en su chasis. Ford demostró su maestría en la puesta a punto, logrando un equilibrio perfecto entre deportividad y confort, una referencia en su segmento que muchos rivales envidiaron.
Competencia
El Puma entró en un nicho competido, donde su principal adversario era el Opel Tigra, otro coupé de pequeño formato derivado de un utilitario. También se enfrentó a las versiones coupé de compactos populares como el Renault Mégane Coupé. Sin embargo, el Puma siempre jugó en su propia liga gracias a su excepcional comportamiento dinámico, que lo situaba un escalón por encima en cuanto a sensaciones puras de conducción y lo convertía en el favorito de los más puristas.
Conclusión
El Ford Puma de primera generación es mucho más que un coche antiguo; es un clásico moderno y un testimonio de una era en la que la diversión al volante era una prioridad. Representa la perfecta simbiosis entre un diseño atrevido y una ingeniería enfocada en la emoción. Para cualquier aficionado al motor, el Puma 1.7 es una joya asequible, un futuro clásico que ofrece una experiencia de conducción auténtica y adictiva que ya es difícil de encontrar.




