Especificaciones y análisis del Ford S-MAX
Potencia
131CV
Par
320Nm
Consumo
6.4l/100
Emisiones
169g/km
0-100 km/h
10.9s
Vel. Máx.
191km/h
Peso
-kg
Precio
29,975€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
FWD
5 / 5 puertas
854 L
70 L
96 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford S-Max Trend 2.0 TDCi 130 CV Aut. (2008)
Descripción general
El Ford S-MAX de 2006 no fue un monovolumen más; fue una declaración de intenciones. En un mercado dominado por vehículos familiares prácticos pero aburridos, Ford se atrevió a inyectar emoción y dinamismo. Esta versión de 2008 con el motor 2.0 TDCi de 130 CV y cambio automático representa el equilibrio perfecto entre las necesidades de una familia y el deseo de un conductor que aún disfruta de la carretera.
Experiencia de conducción
Al volante, el S-MAX sorprende y enamora. Olvidas que conduces un vehículo de casi 4,8 metros. Su chasis es una obra maestra de equilibrio, ofreciendo una agilidad y una conexión con el asfalto más propias de una berlina deportiva que de un monovolumen. El motor diésel de 131 CV, con su generoso par de 320 Nm desde bajas vueltas, empuja con solvencia y decisión, mientras que la caja automática de 6 velocidades aporta un confort inmenso en el día a día, haciendo de cada viaje una experiencia placentera y relajada, sin renunciar a una respuesta enérgica cuando se le exige.
Diseño y estética
Visualmente, el S-MAX rompió moldes con el lenguaje de diseño 'Kinetic Design' de Ford. Sus líneas afiladas, su perfil bajo y su mirada agresiva le otorgan una presencia atlética que sigue resultando atractiva hoy en día. No es solo una cara bonita; su interior es un prodigio de espacio y versatilidad, con una capacidad de maletero gigantesca de 854 litros y soluciones inteligentes para la vida familiar. Es un diseño que apela tanto a la razón por su funcionalidad como a la emoción por su belleza.
Tecnología y características
Para su época, el S-MAX estaba bien resuelto. La tecnología se centraba en la experiencia de conducción y la seguridad, más que en pantallas y conectividad. Contaba con un motor diésel common-rail eficiente, una transmisión automática avanzada para el momento y un completo equipamiento de seguridad activa y pasiva. Aunque hoy pueda parecer sencillo, su enfoque en una ingeniería mecánica sólida, como su suspensión trasera de paralelogramo deformable, era su mayor baza tecnológica.
Competencia
En su lanzamiento, el S-MAX se enfrentó a gigantes como el Renault Espace o el Citroën C4 Grand Picasso, vehículos muy enfocados en el confort y la modularidad. Sin embargo, su verdadero rival era el concepto mismo de monovolumen aburrido. El S-MAX creó su propio nicho, atrayendo a compradores que también consideraban berlinas familiares como el Volkswagen Passat Variant o el Ford Mondeo Sportbreak, ofreciendo más espacio sin sacrificar el placer de conducir.
Conclusión
El Ford S-MAX es uno de esos coches que marcan una época. Demostró que un vehículo familiar no tiene por qué ser una renuncia al disfrute al volante. Es la elección perfecta para el padre o madre de familia que se niega a colgar los guantes de conducir. Combina de forma magistral un espacio interior cavernoso, una gran practicidad y unas sensaciones dinámicas que te sacan una sonrisa en cada curva. Un coche para recordar, elegido con el corazón y justificado con la cabeza.