Especificaciones y análisis del Ford S-MAX
Potencia
145CV
Par
190Nm
Consumo
8.1l/100
Emisiones
194g/km
0-100 km/h
10.9s
Vel. Máx.
197km/h
Peso
1605kg
Precio
25,525€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
854 L
70 L
107 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford S-Max Titanium 2.0 145 CV Flexifuel (2008-2010)
Descripción general
El Ford S-MAX de 2006 irrumpió en el mercado como un soplo de aire fresco, un monovolumen que se atrevía a ser diferente. No era solo un vehículo familiar; era una declaración de intenciones para aquellos padres que se negaban a renunciar al placer de conducir. Con su motor 2.0 Flexifuel de 145 CV, prometía versatilidad y un corazón con carácter.
Experiencia de conducción
Al volante, el S-MAX sorprende y enamora. Su chasis, una obra maestra de equilibrio, te hace olvidar que conduces un coche de su tamaño. Se siente ágil, plantado en la carretera y con una dirección que comunica confianza. El motor de 145 CV, aunque no explosivo, responde con suavidad y es más que suficiente para mover a la familia con alegría, ofreciendo un viaje que es tanto un placer para el conductor como un confort para los pasajeros.
Diseño y estética
Bajo la filosofía 'Kinetic Design' de Ford, el S-MAX luce atlético y dinámico. Sus líneas afiladas y su perfil bajo rompen con la estética tradicional de los monovolúmenes, evocando una sensación de movimiento incluso en parado. Por dentro, el espacio es generoso y modular, pero el puesto de conducción te abraza, recordándote que este coche fue diseñado también para ser disfrutado desde el asiento del piloto.
Tecnología y características
Para su época, el acabado Titanium venía bien equipado. Contaba con elementos de confort y seguridad que hacían la vida a bordo más fácil y segura. Sin embargo, su verdadera innovación tecnológica era la capacidad Flexifuel, que permitía usar bioetanol E85, una apuesta por combustibles alternativos que demostraba la visión de futuro de Ford.
Competencia
En un segmento competido, se enfrentó a gigantes como el Renault Espace, el Citroën C4 Grand Picasso o el SEAT Alhambra. Mientras sus rivales a menudo priorizaban el espacio puro o un confort de marcha más aburguesado, el S-MAX siempre jugó la carta de la deportividad y el dinamismo, conquistando a quienes buscaban una experiencia de conducción más gratificante.
Conclusión
El Ford S-MAX no es un simple monovolumen, es la prueba de que se puede tener todo: espacio, versatilidad y, sobre todo, alma. Es un coche que se elige con la cabeza por su practicidad, pero se disfruta con el corazón cada vez que te pones al volante. Una compra inteligente y emocional que, años después, sigue teniendo todo el sentido del mundo.
