Especificaciones y análisis del Honda CR-V
Potencia
150CV
Par
192Nm
Consumo
9.3l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
11.9s
Vel. Máx.
167km/h
Peso
1508kg
Precio
29,100€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
AWD
5 / 5 puertas
527 L
58 L
110 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Honda CR-V 2.0 i-VTEC ES Aut. · 150 CV (2002-2005)
Descripción general
El Honda CR-V de 2002, en su versión 2.0 i-VTEC ES Aut., se presenta como un SUV que combina la robustez de un todocamino con la comodidad y versatilidad de un turismo. Con un motor de gasolina de 150 CV y tracción integral, este modelo promete una experiencia de conducción equilibrada tanto en la ciudad como en escapadas fuera del asfalto. Su precio de 29.100 € en su momento lo posicionaba como una opción atractiva para quienes buscaban un vehículo familiar con ciertas aptitudes aventureras.
Experiencia de conducción
Al volante del CR-V de 2002, la sensación es de control y suavidad. El motor 2.0 i-VTEC de 150 CV, con su inyección indirecta y admisión variable, ofrece una respuesta progresiva y suficiente para el día a día, aunque no esperes una aceleración fulgurante (0 a 100 km/h en 11.9 segundos). La transmisión automática de 4 velocidades, aunque no es la más moderna, cumple su función con transiciones suaves. La suspensión, tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, filtra bien las irregularidades del terreno, proporcionando un confort notable. La dirección de cremallera, aunque carece de asistencia variable, ofrece una buena conexión con la carretera. En general, es un coche que invita a la conducción relajada y a disfrutar del viaje, con una velocidad máxima de 167 km/h que lo hace apto para viajes largos.
Diseño y estética
El diseño del Honda CR-V de 2002 es funcional y atemporal. Sus líneas robustas y su carrocería de 5 puertas le otorgan una presencia sólida en la carretera. Con una longitud de 4575 mm y una altura de 1710 mm, ofrece un espacio interior generoso para cinco ocupantes. El maletero, con 527 litros, es uno de sus puntos fuertes, ideal para familias o para quienes necesitan transportar mucho equipaje. Las llantas de 15 pulgadas con neumáticos 205/70 R15 contribuyen a su estética de SUV, mientras que detalles como los frenos de disco ventilados delanteros y traseros, junto con las barras estabilizadoras, refuerzan su imagen de vehículo capaz y seguro.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Honda CR-V de 2002 incorpora soluciones prácticas y fiables. Su motor 2.0 i-VTEC de 150 CV es un ejemplo de la ingeniería de Honda, con culata y bloque de aluminio, y un sistema de inyección indirecta que busca la eficiencia. La tracción AWD le confiere una mayor seguridad y capacidad de adaptación a diferentes superficies. Aunque no cuenta con las últimas innovaciones en infoentretenimiento o asistentes a la conducción que vemos hoy en día, su tecnología se centra en la durabilidad y la funcionalidad. La transmisión automática de 4 velocidades, aunque sencilla, es robusta y cumple su cometido sin complicaciones. Los sistemas de suspensión y frenado están diseñados para ofrecer un buen equilibrio entre confort y seguridad.
Competencia
En su época, el Honda CR-V de 2002 competía en un segmento de SUV en crecimiento, enfrentándose a modelos como el Toyota RAV4, el Nissan X-Trail o el Ford Kuga. Frente a ellos, el CR-V destacaba por su equilibrio general, su fiabilidad mecánica y su espacioso interior. Mientras que algunos rivales podían ofrecer un diseño más atrevido o un comportamiento más deportivo, el CR-V se posicionaba como una opción más racional y familiar, con un enfoque en la comodidad y la versatilidad. Su tracción integral y su motor i-VTEC eran argumentos sólidos frente a la competencia.
Conclusión
El Honda CR-V 2.0 i-VTEC ES Aut. de 2002 es un vehículo que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo una opción interesante para quienes buscan un SUV fiable, espacioso y cómodo. Su motor de gasolina de 150 CV, combinado con la transmisión automática y la tracción integral, ofrece una experiencia de conducción agradable y segura. Aunque sus prestaciones no son las de un deportivo, su enfoque en la funcionalidad y la durabilidad lo convierten en un compañero ideal para el día a día y para aventuras familiares. Es un coche que, con un mantenimiento adecuado, puede seguir ofreciendo muchas satisfacciones.
