Especificaciones y análisis del Honda CR-V
Potencia
150CV
Par
350Nm
Consumo
7.4l/100
Emisiones
195g/km
0-100 km/h
10.6s
Vel. Máx.
187km/h
Peso
1787kg
Precio
40,400€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 5v
AWD
5 / 5 puertas
524 L
58 L
110 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Honda CR-V 2.2 i-DTEC Innova Aut. · 150 CV (2010-2012)
Descripción general
El Honda CR-V de 2010 no es solo un SUV, es un compañero de vida. Representa esa época dorada en la que la robustez y la fiabilidad eran la máxima prioridad. Este vehículo fue concebido para familias que buscaban aventura sin renunciar a la comodidad y la seguridad, un verdadero refugio sobre ruedas que inspira confianza desde el primer momento.
Experiencia de conducción
Al volante, el motor diésel 2.2 i-DTEC de 150 CV se siente lleno de vida y sorprendentemente refinado. Su empuje es constante y generoso, gestionado con suavidad por una transmisión automática que cumple su cometido con diligencia. La tracción total AWD aporta un plus de seguridad que se agradece en firmes deslizantes, transmitiendo una sensación de aplomo y control absoluto. Es un coche que invita a devorar kilómetros, donde el confort de marcha es el protagonista.
Diseño y estética
Su diseño exterior, aunque discreto, es atemporal y funcional, proyectando una imagen de solidez. Por dentro, el espacio es el verdadero lujo. Con un maletero de 524 litros y una habitabilidad generosa, acoge a la familia y su equipaje con una facilidad pasmosa. Los materiales están ensamblados con la precisión japonesa característica de Honda, creando un ambiente duradero y acogedor que resiste el paso del tiempo con dignidad.
Tecnología y características
Para su época, el acabado Innova representaba un despliegue tecnológico notable. Más allá de la eficiente combinación de motor y cambio automático, equipaba elementos de confort y seguridad avanzados que lo situaban como una opción muy inteligente. Demuestra que la tecnología útil es la que realmente mejora la experiencia de conducción diaria, sin complicaciones innecesarias.
Competencia
En un mercado muy competido, el CR-V se medía con gigantes como el Toyota RAV4, el Ford Kuga o el Volkswagen Tiguan. Frente a ellos, el Honda destacaba por su excepcional equilibrio entre confort, un espacio interior sobresaliente y, sobre todo, una fiabilidad mecánica que se ha convertido en leyenda y que generaba una lealtad inquebrantable en sus propietarios.
Conclusión
El Honda CR-V 2.2 i-DTEC de 2010 es mucho más que un simple vehículo; es una declaración de intenciones. Es la elección racional para quien valora la tranquilidad, el espacio y la durabilidad por encima de las modas pasajeras. Un coche que enamora no por su ostentación, sino por su capacidad de estar siempre ahí, listo para cualquier plan, demostrando que la verdadera emoción reside en la confianza.




