Especificaciones y análisis del Honda CR-Z
Potencia
124CV
Par
78Nm
Consumo
5l/100
Emisiones
117g/km
0-100 km/h
9.9s
Vel. Máx.
200km/h
Peso
1222kg
Precio
21,200€
Resumen técnico
Híbrido
Manual 6v
FWD
4 / 3 puertas
215 L
40 L
10 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Honda CR-Z 1.5 i-VTEC IMA GT Plus · 124 CV (2012-2013)
Descripción general
El Honda CR-Z es más que un coche; es una declaración de intenciones. Un intento valiente y nostálgico de resucitar el espíritu del legendario CRX en plena era híbrida. No es solo un coupé, es un puente entre el pasado deportivo de Honda y un futuro que, en 2010, se imaginaba eficiente y emocionante a partes iguales.
Experiencia de conducción
Ponerse a sus mandos es una experiencia única. El tacto de su cambio manual de seis velocidades, una rareza en un híbrido, te conecta directamente con la mecánica. El sistema IMA no busca la potencia bruta, sino ofrecer un empuje eléctrico sutil y adictivo, especialmente en modo Sport, que transforma el carácter del coche. Es ágil, se siente ligero y te invita a jugar en cada curva, recordándote que la eficiencia no tiene por qué ser aburrida.
Diseño y estética
Su diseño es una obra de arte futurista que parece escapada de un salón del automóvil. La afilada silueta en forma de cuña, la baja línea del techo y, sobre todo, esa luneta trasera partida, son un claro homenaje al CRX que no deja a nadie indiferente. Por dentro, el salpicadero tridimensional te envuelve en un espectáculo de luces que cambian de color según tu estilo de conducción, haciéndote sentir a los mandos de una nave espacial.
Tecnología y características
La magia del CR-Z reside en su sistema híbrido IMA (Integrated Motor Assist). No es un híbrido convencional, sino un 'mild-hybrid' donde un motor eléctrico asiste al brillante motor de gasolina 1.5 i-VTEC. Esta tecnología, combinada con un sistema Stop & Start y modos de conducción seleccionables, buscaba el equilibrio perfecto entre prestaciones y un consumo contenido, todo ello orquestado por un cuadro de instrumentos que era pura vanguardia.
Competencia
Encontrar un rival directo para el CR-Z es una tarea casi imposible, pues creó su propio nicho. Mientras coupés como el Volkswagen Scirocco o el Peugeot RCZ ofrecían un enfoque puramente deportivo con motores de combustión, los híbridos como el Toyota Prius se centraban exclusivamente en la eficiencia. El CR-Z se atrevió a bailar solo, ofreciendo una mezcla que ningún otro fabricante se atrevió a replicar.
Conclusión
El Honda CR-Z fue un coche incomprendido en su tiempo, una joya para entendidos. No era el más rápido ni el más práctico, pero ofrecía algo mucho más valioso: carácter y una experiencia de conducción diferente. Es un futuro clásico, un testimonio del coraje de Honda por crear coches con alma, que emocionan y se graban en la memoria mucho después de haber aparcado.




