Hyundai i30 1.6 CRDi GLS FDu Style VGT 128 CV Aut. (2011-2012)

2010
Gasóleo
FWD
Automático 4v
Hyundai i30 - Vista 1
Hyundai i30 - Vista 2
Hyundai i30 - Vista 3
Hyundai i30 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Hyundai i30

Potencia

128CV

Par

255Nm

Consumo

5.7l/100

Emisiones

150g/km

0-100 km/h

12.3s

Vel. Máx.

186km/h

Peso

-kg

Precio

18,920

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Automático 4v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

340 L

Depósito

53 L

Potencia

94 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima128 CV / 94 kW
Par máximo255 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónAutomático 4v

Capacidades

Depósito53 L
Maletero340 L

Análisis detallado del Hyundai i30 1.6 CRDi GLS FDu Style VGT 128 CV Aut. (2011-2012)

Descripción general

El Hyundai i30 de 2010 fue mucho más que un coche; fue una declaración de intenciones. Con esta generación, la marca coreana demostró que podía mirar de tú a tú a los gigantes europeos, ofreciendo un producto redondo, equilibrado y lleno de sentido. Esta versión con motor diésel de 128 caballos y cambio automático encarna la promesa de una conducción cómoda, económica y sin complicaciones, un compañero fiel para el día a día que te conquista por su honestidad.

Experiencia de conducción

Al volante, el i30 transmite una sensación de calma y control. El motor 1.6 CRDi empuja con una solvencia admirable, sin estridencias pero con la fuerza necesaria para moverte con agilidad en cualquier circunstancia. El cambio automático de convertidor de par, con sus 4 velocidades, prioriza la suavidad en ciudad, haciendo cada trayecto relajado. Aunque en carretera abierta puede sentirse algo superado por transmisiones más modernas, cumple su función con una fiabilidad reconfortante. No es un deportivo, es un rodador incansable, con una suspensión que filtra las imperfecciones del asfalto y te hace sentir seguro y protegido.

Diseño y estética

Su diseño es un ejercicio de elegancia contenida. Las líneas fluidas y las proporciones armoniosas le otorgan una presencia que ha envejecido con una dignidad sorprendente. No busca llamar la atención, sino agradar con una estética atemporal. Por dentro, te recibe un habitáculo espacioso y funcional, donde cada mando está en su sitio. La calidad de los ajustes es notable y, aunque predominan los plásticos duros, la sensación es de durabilidad. La característica iluminación azul del cuadro de instrumentos crea una atmósfera tecnológica y acogedora que se convirtió en un sello de identidad de la marca.

Tecnología y características

Para su época, el acabado Style venía generosamente equipado, ofreciendo elementos de confort que hacían la vida a bordo más placentera, como el climatizador automático o la conectividad auxiliar. Sin embargo, su tecnología se centra en lo funcional más que en lo espectacular. Carece de las grandes pantallas táctiles y los asistentes de conducción avanzados de hoy en día. El propio cambio automático de 4 marchas, si bien robusto, es un reflejo de una era tecnológica anterior, enfocado más en la durabilidad que en la eficiencia pura o la rapidez.

Competencia

El i30 se adentró en la arena de los leones, el competitivo segmento de los compactos. Se enfrentó a leyendas como el Volkswagen Golf, el Ford Focus o el Opel Astra. Su estrategia no fue imitarlos, sino ofrecer una alternativa inteligente. Frente a ellos, el i30 esgrimió argumentos imbatibles: una relación calidad-precio excepcional, un equipamiento más abundante desde las versiones de acceso y la tranquilidad de una garantía extensa. También compitió con su primo hermano, el Kia Cee'd, y otros modelos asiáticos como el Toyota Auris.

Conclusión

Este Hyundai i30 es la personificación del coche sensato y brillante. Es un vehículo que no te miente; te ofrece exactamente lo que esperas y lo hace con una solvencia que enamora. Representa el punto de inflexión en el que Hyundai pasó de ser una opción económica a ser una opción inteligente y deseable. Conducirlo es una experiencia de tranquilidad y confianza, la certeza de haber elegido un compañero de viaje fiable, cómodo y eficiente. Una compra racional que, con el tiempo, se gana un lugar en el corazón.