Especificaciones y análisis del Jeep Commander
Potencia
218CV
Par
510Nm
Consumo
10.8l/100
Emisiones
284g/km
0-100 km/h
9s
Vel. Máx.
190km/h
Peso
2315kg
Precio
41,300€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 5v
AWD
7 / 5 puertas
- L
78 L
160 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Jeep Commander 3.0 V6 CRD Laredo · 218 CV (2007-2008)
Descripción general
El Jeep Commander irrumpió en el asfalto como un coloso americano, una declaración de intenciones sobre ruedas. Con sus siete plazas y un tamaño imponente, este SUV no pedía permiso, lo tomaba. Representaba la audacia y el espíritu de aventura de Jeep en un formato familiar, impulsado por un corazón diésel V6 de origen Mercedes-Benz que prometía fuerza y carácter.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante del Commander es una experiencia dominante. Sientes el poder inmediato de sus 510 Nm de par empujando con contundencia desde bajas vueltas, una fuerza tranquila que mueve su considerable masa con una soltura sorprendente. La altura te concede una visión privilegiada de la carretera, infundiendo una sensación de seguridad y control absolutos. Aunque su hábitat natural es el campo, donde su tracción total brilla con luz propia, en carretera se desenvuelve con una comodidad de crucero, meciéndote en un viaje que se siente como una conquista.
Diseño y estética
Su estética es pura honestidad brutalista. Líneas rectas, una carrocería cuadrada y musculosa que no hace concesiones a la aerodinámica, sino al legado. La icónica parrilla de siete ranuras, los pasos de rueda trapezoidales y los remaches a la vista evocan una robustez casi militar. Es un diseño que polariza, que no busca gustar a todos, sino enamorar a quienes aprecian la autenticidad y la presencia imponente de un todoterreno de la vieja escuela.
Tecnología y características
Bajo su piel de acero se escondía tecnología pensada para la aventura. El sistema de tracción total Quadra-Drive II era de lo más avanzado de su tiempo, con diferenciales de bloqueo electrónico que garantizaban el avance en las condiciones más difíciles. El motor V6 CRD, una joya de la ingeniería alemana, ofrecía un rendimiento y una eficiencia notables para su época. Aunque su interior no deslumbraba con pantallas, sí ofrecía el confort y el equipamiento necesarios para hacer de cualquier viaje una experiencia placentera y segura.
Competencia
En su época, el Commander se medía con gigantes consolidados como el Land Rover Discovery 3, el Toyota Land Cruiser o el Mitsubishi Montero. Frente a ellos, el Jeep oponía su inconfundible sabor americano, un diseño más rudo y la versatilidad de sus siete plazas dispuestas como en un teatro. No competía en refinamiento interior, sino en carácter y en la promesa de una capacidad todoterreno legendaria, fiel al ADN de la marca.
Conclusión
El Jeep Commander no es solo un coche, es una declaración de principios. Es un vehículo para quienes no temen ocupar su espacio, para familias aventureras o para cualquiera que sienta la llamada de lo salvaje sin renunciar a la comodidad. Es un todoterreno con alma, imperfecto y magnífico a la vez, que hoy se recuerda con nostalgia como uno de los últimos grandes SUV americanos con un corazón europeo. Conducirlo es sentir un eco de libertad y poderío.




